Óptica Socialista
Opinión
El ex presidente costarricense y premio nobel de la Paz, no asume la
responsabilidad por sus acciones en Costa Rica, ni en el exterior, afirma el
activista centroamericano por los derechos humanos, Erick Garita
Erick Garita, activista costarricense de los derechos humanos
Oscar
Arias, expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, estuvo en a
Venezuela invitado por la MUD y participó en una sesión especial de la Asamblea
Nacional el pasado jueves 18 de febrero, fecha en la que se cumplieron dos años
de la detención del opositor Leopoldo López, sentenciado por haber incitado los
hechos de violencia que cobraron la vida de 43 personas.
Al
retornar a Costa Rica, las declaraciones del político costarricense giraron en
torno a que el pueblo venezolano demandaba un cambio, y expresó que “lo que le
conviene a Venezuela, es que el actual presidente Nicolás Maduro termine su
mandato anticipadamente.
-¿Cómo
se lee esa declaración a la luz de lo que ocurre en el país suramericano?
Es una
incitación a un “golpe de Estado”, afirmó el psicólogo y activista
centroamericano por los derechos humanos, Erick Garita.
“Claro,
desde su accionar particular indirecto, porque él no asume su responsabilidad
directa. No dice las cosas tal cual, sino que tiene su estrategia de
suavizarlo, pero al final, está transmitiendo un llamado a una destitución del
Presidente constitucionalmente electo de Venezuela”, dijo.
“Claro,
desde su accionar particular indirecto, porque él no asume su responsabilidad
directa. No dice las cosas tal cual, sino que tiene su estrategia de
suavizarlo, pero al final, está transmitiendo un llamado a una destitución del
Presidente constitucionalmente electo de Venezuela”, dijo.
Esta
posición de parte del ex jefe de Estado costarricense no le sorprende a Garita,
ya que Oscar Arias tuvo una posición similar cuando se dieron los hechos del
golpe de Estado parlamentario en Honduras en el 2009. “Cuando llegó Manuel
Zelaya a Costa Rica, bajan al presidente del avión y éste vuelve a despegar sin
ningún impedimento. No se dieron directrices a la torre del control. ¡Nada! El
avión despegó y en los procesos de negociación que asume Arias para mediar en
el conflicto, una de las soluciones que propone es que Zelaya no debía regresar
a Honduras, para que no hubiera un aumento de la violencia en ese país
centroamericano”.
“Fue una
seria y profunda falta de respeto al pueblo hondureño que estaba exigiendo el
retorno de su presidente electo. Fue un golpe de Estado, que permanece hasta la
fecha”, acotó.
Tanto en
el caso venezolano, como en el hondureño, “es desconocer la voluntad de un
pueblo que vivió un proceso electoral, democrático y eligió su jefe de Estado.
Si va a defender la paz, Arias debiera de defender que se respete la voluntad
popular, promover el diálogo, el entendimiento, siempre dentro del marco
constitucional de cada país y con profundo respeto a la soberanía y
autodeterminación de los pueblos”.
En Costa Rica tuvo
dificultades con movimientos sociales
UN
NOBEL PARA EL NEOLIBERALISMO
Para
Garita, Oscar Arias es uno de los principales exponentes del neoliberalismo,
“no solo en la región centroamericana, sino en el ámbito latinoamericano y
hasta del mundo”.
“A él,
(Arias) se le otorgó un título, Premio Nobel de la Paz, a finales de los
ochenta por su intervención para acabar con los conflictos que se estaban
viviendo en la región centroamericana. Confrontaciones que tenían en su base,
las injusticias generadas por las políticas económicas neoliberales. Las
condiciones sociales y de justicia en la región desgastaron a la gente, eran
políticas que los agredían y por ello, tomaron las armas”, explicó.
A partir
de ese entonces, se convierte en una figura referente para los sectores
neoliberales. Los Arias son una familia, que forma parte de la oligarquía
cafetalera de Costa Rica, pero también de la élite política del país. Por ello,
Oscar Arias, “era parte interesada en promover el neoliberalismo.
Señaló que
el protagonismo de Oscar Arias, se resaltó en los medios de comunicación,
porque puso énfasis en el ‘silenciar los fusiles’ pero no en lo fundamental,
“porque no reconoció las demandas o consignas de los grupos populares
organizados en Centro América que luchaban contra la violencia del capital. Una
violencia que da un privilegio a los actores, que en términos políticos y
económicos, se encontraban más acomodados”.
“En esa
época, Arias nunca enarbola en su discurso las injusticias económicas, nunca
las reconoce. A partir de ese entonces, se convierte en una figura referente
para los sectores neoliberales que buscan defender, en la región
latinoamericana, un modelo de desarrollo basado en la extracción de recursos.
En el fomento de nuestros países como principales donantes de materia prima y
en la instalación de empresas transnacionales en nuestros territorios con
promesas de desarrollo y de crecimiento económico”, arguyó.
Los Arias
son una familia, que forman parte de la oligarquía cafetalera de Costa Rica,
pero también de la élite política del país. Por ello, Oscar Arias, “era parte
interesada en promover el neoliberalismo, ya que también es empresario”.
Desde su
militancia en el Partido de Liberación Nacional (PLN), acompaña al presidente
electo en 1982, Luis Alberto Monge, cuando aplica los Planes de Ajuste
Estructural (PAEs), “que se realizaron en diferentes fases, que comenzaron a
establecer, a nivel de política económica, una apertura hacia el mercado
internacional. Eso implicaba exención de impuestos para el fisco nacional para
promover el ingreso de transnacionales y el recorte en el presupuesto de lo que
ellos llaman el gasto social, pero nosotros, desde el movimiento social popular
organizado reconocemos como inversión social. Lo referente a materia de salud,
educación, deportes y cultura. Esa es otro diferencia de fondo que tenemos,
como organizaciones de base, con la forma de pensar de Arias y sus allegados”,
dijo.
Oscar Arias atiza el golpe de Estado en Venezuela
LA
MINERÍA A CIELO ABIERTO
La
avaricia que desata el neoliberalismo le generó al Premio Nobel de la Paz un
conflicto con las fuerzas sociales en Costa Rica.
“Tuvo una
relación muy polémica y problemática con la industria minera de origen
canadiense Infinito Gold, que quería establecer un proyecto de extracción de
minería en la localidad de Crucitas, al norte de Costa Rica, cerca de la
frontera con Nicaragua”, detalló.
Destacó
que el poblado, donde se ubicó la empresa Infinito Gold, era una zona frágil,
de alta pluviosidad, dentro del corredor biológico San Juan-La Selva, que une
los bosques de Costa Rica al gran corredor mesoamericano. “Se trata de una de
las zonas de mayor biodiversidad del país, con unas 130 especies de árboles por
hectárea, apuntó.
“La
contaminación con cianuro de las aguas subterráneas y superficiales de una
amplia región que incluye el gran río San Juan, también fue una razón muy
poderosa que movió la voluntad de más del 90% de la población en defensa de
Crucitas”, porque Oscar Arias, que era presidente en ese momento, declara, a
finales del 2009, “mediante un decreto ejecutivo, como ‘de interés público y de
conveniencia nacional’ el proyecto minero. Esa declaración levantó mucha
indignación en el país”, resaltó Garita.
Explicó
que los movimientos sociales ganaron la batalla contra el decreto ejecutivo,
porque “el Tribunal Contencioso Administrativo declaró ese decreto como
ilegal”, pero no el juicio de prevaricato, porque la fiscalía lo desestimó,
reiteró.
“Al ex
presidente Oscar Arias le molesta el proceso político venezolano porque sabe lo
que puede hacer el poder popular organizado, porque él lo ha vivido en carne
propia, como en este caso, que le paramos el proyecto Crucitas”, sentenció.
Ahondando
sobre el tema, expresó, “lo que hay que tomar en cuenta, es que Venezuela
representa para la región latinoamericana una experiencia de construcción de
política popular. Me refiero a esa creación en la que participan los sectores
de base, los sectores populares y a lo largo de mi vivencia en estos 4 meses,
en este país, que es un tiempo relativamente corto, he logrado captar una
expresión organizativa bastante interesante en el movimiento de pobladores, en
los Comités de Tierra Urbana y otras organizaciones que he ido encontrando en
el camino”.
Fuente: CO/Ana
Maneiro/01/03/16
Compilador. William Castillo Pérez
F/María Isabel Batista
F/María Isabel Batista
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