Caracas, 12 Dic. AVN.- La transferencia del conocimiento y la soberanía tecnológica son ejes fundamentales en la lucha contra la guerra de cuarta generación que extiende el imperialismo norteamericano en países donde pretenden imponer su hegemonía, como Venezuela, Ucrania y China.
En ese sentido, los miembros de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales de diferentes latitudes, quienes participaron este viernes en un conversatorio realizado en la sede de Cantv en Caracas, concluyeron que será a través del fortalecimiento de estos dos ejes que esta nueva acción bélica estadounidense sea neutralizada.
Durante su ponencia, el experto ruso en geofísica Evgeny Pasentshev explicó que la llamada guerra de cuarta generación es un término que apareció en 1989 y fue creado por un grupo de especialistas en comunicación norteamericanos, para referirse a un concepto que se desarrolla en el ámbito de la guerra psicológica con elementos militares.
Explicó que el objetivo principal de la guerra psicológica es influir en las conciencias de las personas, especialmente, de aquellas que habitan en territorios que se resisten a la dominación imperial.
Como parte de las estrategias de la guerra de cuarta generación imperial, Pasentshev indicó que Estados Unidos prepara productos propagandísticos similares para la desestabilización que aplica en diferentes regiones.
Para sustentar su exposición, presentó materiales audiovisuales en los que se evidencia guión y recursos gráficos similares que fueron introducidos por las grandes empresas transnacionales de la comunicación en países que atravesaron este año coyunturas inducidas para la desestabilización, como Venezuela, China y Ucrania.
En el caso de Venezuela, donde la extrema derecha indujo acciones violentas que causaron 43 asesinatos durante los primeros seis meses del año, el experto ruso indicó que el país "juega un papel importantísimo dentro de América Latina en la lucha por la independencia de la información y un ejemplo de ello es la labor de la televisora internacional Telesur".
El historiador español Víctor Ríos Vidal también participó en el conversatorio y profundizó sobre la guerra de cuarta generación en Venezuela y la importancia de contrarrestarla fortaleciendo la transferencia de conocimiento al pueblo, "para acabar con los valores dominantes y que pasen a ser dominados".
"La lucha es dar a conocer la verdad y las matrices de opinión que alimentan las mentiras" que se transmiten por los grandes medios. "La unión pueblo-movimientos sociales-Gobierno, cada uno en su papel, es clave", enfatizó.
Subrayó la identificación de los elementos con que trabaja Estados Unidos en esta nueva acción de guerra psicológica "para crear estrategias, combatirla y usar las redes de comunicación".
El elemento militar despunta como otro componente en la guerra de cuarta generación, incluido a través de armas novedosas como los drones o vehículos aéreos no tripulados, explicó el periodista argentino Roberto Montoya, quien advirtió sobre la doble cara de la tecnología, que permite a la lógica imperial mantener vigilados sus disidentes.
El también periodista y analista internacional Javier Farje indicó que existen dos componentes que están perturbando el avance de la guerra psicológica estadounidense: los medios alternativos y los medios sociales. Ambos deben ser desarrollados en su máxima expresión, mientras se logra la total independencia tecnológica. "Recordemos que la verdad es subversiva para el imperialismo".
Pensamiento como lucha
Mohammad Ajami, representante de Siria, compartió con el auditorio la experiencia de su país frente a la hegemonía estadounidense y expresó que el frente de lucha es colocar el pensamiento por encima de las armas ante la guerra psicológica.
"Lo nuestro no es una batalla de armas, sino de conciencia y pensamiento como la que lideró Bolívar y Chávez. En este momento de hacer revolución hay que tomar lo bueno y construir el país que queremos", manifestó.
Por Venezuela, compartió en el panel el comunicador Miguel Pérez Pirela, quien señaló que esta táctica bélica no se trata de un conflicto armado sino de una guerra de baja intensidad para desestructurar las naciones; por ello, "la única arma para defendernos son fronteras definidas, liderazgos afianzados y una integración latinoamericana sólida".
En ese sentido, los miembros de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales de diferentes latitudes, quienes participaron este viernes en un conversatorio realizado en la sede de Cantv en Caracas, concluyeron que será a través del fortalecimiento de estos dos ejes que esta nueva acción bélica estadounidense sea neutralizada.
Durante su ponencia, el experto ruso en geofísica Evgeny Pasentshev explicó que la llamada guerra de cuarta generación es un término que apareció en 1989 y fue creado por un grupo de especialistas en comunicación norteamericanos, para referirse a un concepto que se desarrolla en el ámbito de la guerra psicológica con elementos militares.
Explicó que el objetivo principal de la guerra psicológica es influir en las conciencias de las personas, especialmente, de aquellas que habitan en territorios que se resisten a la dominación imperial.
Como parte de las estrategias de la guerra de cuarta generación imperial, Pasentshev indicó que Estados Unidos prepara productos propagandísticos similares para la desestabilización que aplica en diferentes regiones.
Para sustentar su exposición, presentó materiales audiovisuales en los que se evidencia guión y recursos gráficos similares que fueron introducidos por las grandes empresas transnacionales de la comunicación en países que atravesaron este año coyunturas inducidas para la desestabilización, como Venezuela, China y Ucrania.
En el caso de Venezuela, donde la extrema derecha indujo acciones violentas que causaron 43 asesinatos durante los primeros seis meses del año, el experto ruso indicó que el país "juega un papel importantísimo dentro de América Latina en la lucha por la independencia de la información y un ejemplo de ello es la labor de la televisora internacional Telesur".
El historiador español Víctor Ríos Vidal también participó en el conversatorio y profundizó sobre la guerra de cuarta generación en Venezuela y la importancia de contrarrestarla fortaleciendo la transferencia de conocimiento al pueblo, "para acabar con los valores dominantes y que pasen a ser dominados".
"La lucha es dar a conocer la verdad y las matrices de opinión que alimentan las mentiras" que se transmiten por los grandes medios. "La unión pueblo-movimientos sociales-Gobierno, cada uno en su papel, es clave", enfatizó.
Subrayó la identificación de los elementos con que trabaja Estados Unidos en esta nueva acción de guerra psicológica "para crear estrategias, combatirla y usar las redes de comunicación".
El elemento militar despunta como otro componente en la guerra de cuarta generación, incluido a través de armas novedosas como los drones o vehículos aéreos no tripulados, explicó el periodista argentino Roberto Montoya, quien advirtió sobre la doble cara de la tecnología, que permite a la lógica imperial mantener vigilados sus disidentes.
El también periodista y analista internacional Javier Farje indicó que existen dos componentes que están perturbando el avance de la guerra psicológica estadounidense: los medios alternativos y los medios sociales. Ambos deben ser desarrollados en su máxima expresión, mientras se logra la total independencia tecnológica. "Recordemos que la verdad es subversiva para el imperialismo".
Pensamiento como lucha
Mohammad Ajami, representante de Siria, compartió con el auditorio la experiencia de su país frente a la hegemonía estadounidense y expresó que el frente de lucha es colocar el pensamiento por encima de las armas ante la guerra psicológica.
"Lo nuestro no es una batalla de armas, sino de conciencia y pensamiento como la que lideró Bolívar y Chávez. En este momento de hacer revolución hay que tomar lo bueno y construir el país que queremos", manifestó.
Por Venezuela, compartió en el panel el comunicador Miguel Pérez Pirela, quien señaló que esta táctica bélica no se trata de un conflicto armado sino de una guerra de baja intensidad para desestructurar las naciones; por ello, "la única arma para defendernos son fronteras definidas, liderazgos afianzados y una integración latinoamericana sólida".
Compilador. William Castillo Pérez
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