LIBERTADOR
O MUERTO
La multitud que
recibió y aclamó a Bolívar no tenía parangón con otros actos masivos que la
ciudad había conocido desde los días de la Colonia. En un tiempo de gran
religiosidad, acaso podía compararse este hecho con las procesiones de la
Semana Santa.
Tan hondo caló en
el espíritu de Bolívar el reconocimiento que le hizo la Municipalidad de
Caracas, que al momento de partir para su segundo exilio, a finales de 1814
exclamará “Yo os juro que libertador o muerto, mereceré siempre el honor que me
habéis hecho”
LA VIDA
COMO MISIÓN
Para 1813 Bolívar
ya estaba imbuido de los nobles propósitos de arriesgarlo todo por independizar
su patria frente a la Corona española. Sin embargo, en cuanto al abolicionismo
y reparto de tierras, al menos parcialmente, habría que esperar cerca de tres
años, para que completase el arco de redención a favor de la porción más
expoliada de venezolanos.
Será con los
decretos de abolición de la esclavitud de Carúpano y Ocumare, entre junio y
julio de 1816, cuando Bolívar consagre su generoso compromiso integral de
Libertador, tanto en los planos militar y político, como el de redención de las
clases más explotadas al incorporar la libertad de los esclavos a su programa
de regeneración de las nuevas Repúblicas. Y esta inclinación la radicalizará a
partir de 1824 cuando, en Perú y Bolívia, además de la abolición, y la
eliminación de tributos como la mita, disponga la entrega de tierras a los
indígenas.
En acto de justicia
hacia al inmortal caraqueño, José Félix Blanco inserta en su Recopilación, el
siguiente párrafo “no faltarán hoy censores…que no quieren…analizar y pesar el
cúmulo de penosas circunstancias, de contradicciones y embarazos que le
rodearon (a Bolívar) en su larga carrera de redención: pero sin duda la
posteridad..lo proclamará siempre el salvador de la República y de gran parte
de Suramérica”.
EL ACTA DEL
14 DE OCTUBRE
La iniciativa del
14 de octubre de 1813 la tomó el Gobernador Político de Caracas, quien era el
encargado de presidir las sesiones cuando estaba presente. Así, Cristóbal de
Mendoza, en representación de los pueblos a quienes “este invicto general y sus
compañeros de armas han roto las cadenas” somete a la Cámara como punto único
el reconocimiento del título de Libertador a favor de Simón Bolívar.
Magnanimidad y conocimiento exacto del amor de gloria que animaba al héroe
caraqueño, se refleja en la actuación del probo Mendoza.
QUIÉNES
VOTARON
La reconstitución
de los órganos del poder público de la Primera República, se hacía sumamente
difícil, por cuanto muchos de los miembros del Congreso para esos días de 1813
se encontraban en exilio o habían desistido de participar en actividad
política.
Así, el 14 de
octubre de ese año, fueron convocados los miembros hábiles del ayuntamiento de
Caracas y algunos disputados del extinto Congreso de 1811, quienes, junto a
otros funcionarios de designados durante este segundo período de le República,
formaron el cabildo abierto, con presencia de numerosos particulares.
La decisión la
tomaron Cristóbal de Mendoza, Juan Antonio Rodríguez Domínguez presidente para
esos días del Concejo Municipal, Vicente y Jacinto Ibarra, alguaciles mayores y
los munícipes Andrés Narvarte, Marcelino Argaus, Miguel Camacho, Francisco
Ignacio Alvarado Serrano, José Ventura Santana y Rafael Escorihuela; así como
los funcionarios José Ángel Álamo y Pedro Pablo Díaz; Antonio Fernández de
León, Carlos Machado, Francisco Talavera, Ramón García Cádiz, Vicente López
Méndez y el prior del consulado Juan Toro.
LA
RESPUESTA
Cuatro días después
de la sesión del Concejo Municipal, sus representantes hacen entrega a Bolívar
del acuerdo. Y éste en una emocionada intervención agradece la magna decisión.
“Penetrado de gratitud, les dice, he leído la acta generosa en que me aclaman
capitán general de los ejércitos y Libertador de Venezuela. Yo se cuánto debo
al carácter de V.SS y mucho más a los pueblos, cuya voluntad me expresan”
“UN
SOBRENOMBRE QUE INMORTALICE SU MEMORIA”
“…congregados tomó
la palabra el ciudadano gobernador político [Cristóbal de Mendoza] (…) y
propuso a la asamblea (…) acordar la demostración particular que (…) en nombre
del pueblo venezolano se hallaba en el necesario caso de tributar al general
del Ejército Libertador ciudadano Simón Bolívar, pues que siempre victorioso y
triunfante de las huestes españolas que nos oprimían, ha entrado…en esta
capital coronado de laureles entre los vivas y aplausos más expresivos de todos
los cuerpos militares y civiles, del eclesiástico…de todas las personas más
ilustres y notables del país, y de un pueblo numerosísimo que espontáneamente
concurrió a recibirle vencedor y glorioso (…)
Uniforme pues, el
voto de los concurrentes (…) a determinarle un epíteto que inmortalice su
memoria en los anales de la América libre; la asamblea como órgano de la
voluntad expresa y general que han manifestado los pueblos a quienes este
invicto general y sus compañeros de armas han roto las cadenas, y que no pueden
ver con indiferencia al héroe Libertador con el sólo carácter de
brigadier…cuando él mismo ha ascendido y condecorado con grados militares aun
de mayor jerarquía que el suyo a los que se han distinguido en la campaña; resolvió
ACLAMAR (…) solemnemente al brigadier de la Unión y general en jefe de las
armas libertadoras, Simón Bolívar, (…) con el sobrenombre de LIBERTADOR de
Venezuela, para que use de él como de un don que consagra la patria agradecida
a un hijo tan benemérito”
[BLANCO Y AZPURUA,
Tomo IV, Acta de la Municipalidad de Caracas del día 14 de octubre de 1813]
Fuente:
CorreodelOrinoco/Néstor Rivero/14/10!4
Compilador.
William Castillo Pérez
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