Óptica Socialista
Opinión
Cuando se es un
ente o figura pública, se debe esperar críticas, alabanzas y ataques. Eso es
algo normal, ni siquiera deben ser considerados agresivos o malos.
Simplemente es la expresión de quienes opinan ante lo que hacemos
públicamente. La piel de un político, activista o activador público, debe
estar curada de hipersensibilidades y de sensiblerías teatrales.
Simplemente debe tener el cuero curtido y las convicciones firmes.
Lamentablemente estamos en tiempos en los cuales la manipulación aprendida de
otros actores, se nos coló en la mala conducta y hemos aprendido a usarla para
beneficio particular o personal. No se debe considerar un ataque a priori
lo que alguien comente desde su punto de vista una vez y de manera de comentario.
Más que tratando de crear una matriz.
La reacción de aporrea, su cofradía de defensores a priori y otros entes
auto supervalorados políticamente, es una exageración que se convirtió en
campaña electoral ¿Tal vez con miras al escenario parlamentario próximo?
O ¿quizás es la excusa para mantener en el tapete a Gonzalo Gómez? (Aclaro que
no tengo nada contra el compañero, pero…) Ahora cada vez que se visitan esas
páginas se ven a una retahíla de supuestos sindicatos, mareas, opinadores de
oficio, defensores de limosnas mediáticas para que los publiquen, de adoradores
de la división a favor del enemigo, vertiendo veneno para que arda más el
fuego.
No considero a aporrea como el enemigo, pero tampoco a los muchachos de
Zurda Conducta. Yo he visto a estos camaradas batiendo el barro en medio
de las carroñas de la oposición que sudan y vomitan odio, violencia, rencor,
maldad hambre de dinero, más sin embargo ellos, pese a los golpes y maltratos
cumplen su labor. También debo decir que aporrea jugó un papel muy
importante en los momentos aciagos de los golpes de estado, que se
han dado durante este proceso. Pero si debo decir que he notado ciertos soplos
de intentos de protagonismos y de actitudes algo mal sanas desde aporrea,
imponiendo censuras absurdas y filtros peligrosos. Motivo por el cual no público
en ese medio. Mas no creo que una crítica sea el detonante para una guerra
absurda entre conmilitantes de una idea, porque aún sigo creyendo en la buena
fe de aporrea y de Zurda Konducta. Lo que sí me parece sospechoso,
es resaltamiento de una figura a partir de una situación que yo diría
hasta normal dentro del escenario político nacional y que no merece
exageraciones absurdas, al punto de hacerlo ver como si lo hubieran amenazado
de muerte.
Me parece que lo sano es pasar la página y dejar de estar sembrando
cizaña y promoviendo divisiones que no llegaran a nada. Sobre todo la de
un señor bocón por allí que dice que pueden ser alternativa revolucionaria,
como si eso fuera así de fácil y con tan poca calidad
revolucionaria. No se debe creer que por que se tenga un carguito o una
posicioncita política, ya se es un segundo Chávez y que se convertirá en
alternativa de la noche a la mañana y sin méritos serios. Hay que
desechar las ínfulas y pisar tierra firme. Lo procedente ahora, es
afirmar el trabajo colectivo por este proceso, que con errores y aciertos, nos
está dando la oportunidad de salir del atolladero en que nos habían
metido desde 1998 hacia atrás durante toda nuestra historia. Debemos
estar claro que el timonel de este proceso es Nicolás Maduro y que si queremos
ser diputados u otros funcionarios, no ha de ser para provecho personal o
grupal, si no para trabajar por un proyecto colectivo llamado Revolución
Bolivariana y por la patria soberana que Chávez nos legó. Lo demás no cabe.
Javier Monagas Maita
*Abogado con Patria
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