viernes, 30 de noviembre de 2012

En Venezuela los servicios de salud dejaron de ser un lujo


Óptica Socialista
Noticias nacionales
Caracas, 30 Nov. AVN.- De mercantilismo a una labor humanitaria pasó la asistencia a pacientes venezolanos hace 12 años, cuando fue suscrito el Convenio Integral de Salud Cuba-Venezuela por los presidentes de ambas naciones, Fidel Castro y Hugo Chávez, respectivamente, el 30 de noviembre de 2000.
Con la firma de este convenio, 29.593 venezolanos han sido trasladados (incluyendo a los familiares) a Cuba para recibir tratamiento por diferentes patologías, en 430 vuelos realizados entre Maiquetía y La Habana.
La firma de este convenio permitió que años más tarde surgieran las distintas misiones sociales, siendo las primeras Misión Milagro y Barrio Adentro.
Ana María González es una de las pacientes de este convenio, que se ha convertido en un puente de solidaridad. "Ha cambiado mi vida sustancialmente", expresó la niña de 12 años.
La abuela de Ana cuenta que ahora su nieta es un ejemplo de "unión, fe y de esperanza. Venimos desde Cumaná con toda la fe puesta en el convenio integral, este convenio nos devolvió la esperanza y aquí está el logro: mi nieta caminando", comentó emocionada la señora Ana Hernández, quien contó que antes de conocer del convenio su nieta había sido diagnosticada de amputación.
Hoy Ana María sólo tiene 9 centímetros de acortamiento en su pierna derecha, tras tener al inicio de su tratamiento en Cuba 19 centímetros de acortamiento, gracias a cirugías realizada en la isla, entre ellas la techoplastia de cadera y alargamiento de tibia y peroné.
"Nosotros somos un ejemplo de lo que es el Convenio Cuba-Venezuela. Aquí está la prueba del amor y de la vocación de los médicos cubanos", manifestó la señora Hernández.
La labor del equipo que hacen posible que historia como la de Ana María se repitan en miles de hogares venezolanos fue reconocida este viernes, en un acto realizado en el Palacio Blanco, en Caracas, que contó con la asistencia de la ministra para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, Carmen Meléndez, y el embajador de Cuba en Venezuela, Rogelio Polanco.
Con este convenio se atienden patologías como cardiopatías pediátricas, enfermedades de la piel, enfermedades infecciosas y parasitarias, tumores, enfermedades en la sangre, enfermedades en órganos hematopoyéticos (médula ósea roja, y bazo).
También se da asistencia a pacientes con enfermedades endocrinas, del sistema circulatorio, del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos; con dolencias por enfermedades óseas y articulares.
Ejemplo de humanismo y de solidaridad
"Este Convenio es uno de los más emblemáticos proyectos de la solidaridad, de humanismo que puedan existir en el mundo", sostuvo Rogelio Polanco, embajador de Cuba en Venezuela, durante el acto de reconocimiento realizado este viernes en el Palacio Blanco, en Caracas.
El diplomático cubano señaló que si hubiera que destacar uno de los tantos proyectos sociales engendrados a partir de la relación de hermandad entre Cuba y Venezuela durante estos años "sin duda tendríamos que destacar en primer lugar el Convenio Integral de Salud Cuba-Venezuela".
Recordó que este convenio nació a raíz de tantos años de abandono en amplios sectores del pueblo venezolano. "Allí estuvo de inmediato la sensibilidad del comandante (Hugo) Chávez, la voluntad del Gobierno bolivariano y la solidaridad, el internacionalismo y el humanismo de la Revolución cubana que tendió su mano de inmediato para tratar de paliar esas injusticias".
"Historia como la de Ana María es la demostración de que ha valido la pena luchar, hacer realidad nuestros sueños y convertir a nuestras dos revoluciones en el mayor ejemplo de humanismo y de solidaridad que puede existir hoy en el mundo", manifestó el embajador.
El embajador destacó que sólo un gobierno con una voluntad igual a la hoy existente entre estas dos naciones "pueden hacer realidad proyectos de esta magnitud (...) Cuba y Venezuela se unen para llevar justicia, bienestar, salud a sus pueblos".
Juan Carlos Espinoza, trabajador del hotel La Pradera, donde son recibidos en Cuba a los venezolanos, manifestó su satisfacción por la atención que presta a quienes llegan con las esperanzas puestas en este convenio.
"Es un orgullo y muy gratificante ser parte de este trabajo en beneficio de nuestros hermanos", dijo Espinoza, quien labora como jardinero "pero soy parte del equipo que pone un grano de arena para que estos ciudadanos se sientan lo mejor posible durante su estadía en nuestro país".
La odontóloga Marisel de la Caridad, también dice estar complacida con el servicio que presta a los pacientes venezolanos: "Esto es lo mejor. Este convenio de gratitud, de solidaridad a este pueblo es hermoso".
Fuente: AVN 30/11/2012 09:53
Compilador. William Castillo Pérez

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