Óptica Socialista
Opinión
Las batallas perdidas pueden ser un potente motivador para avanzar con mejor
tino en la procura de la victoria definitiva. Esta derrota electoral encajada
el 6D, puede transmutarse en triunfo, si atendemos a las causas y, actuamos con premura y
acometemos acertadamente la corrección que nos haya indicado el análisis de la
derrota.
Sin abundar en detalles más que todo anecdóticos, podemos
decir, según como lo vemos, que es imperativo actuar rápidamente, para
convertirnos en unos eficientes productores y abastecedores de todo lo
necesario para nuestra subsistencia, incluyendo todos los aspectos relacionados
al respecto. Esta solución que formulamos,
nos la indica la percepción acertada, que la causa de la debacle, fue la
guerra económica que nos causa la derecha fascista, incluso, aun después de la
derrota electoral. Porque las colas, los altos precios y desabastecimiento aún
persisten, ahora es peor, porque luego que la oposición, usó esta guerra como arma para descalificar al
Gobierno revolucionario y, hacer, que los venezolanos llegaran al extremo aberrado,
de votar contra su propio benefactor la revolución
bolivariana. Ahora lo niega descaradamente, ante los incautos quienes le
siguieron su matriz de opinión.
La guerra económica fue tan efectiva,
que la mayoría de la población, soslayo
todos los logros importantes que la revolución ha producido para ellos, de tal
manera, que ni siquiera tomo en cuenta el peso específico de esos logros en el índice
de progreso que la vida del venezolano ha disfrutado en la revolución, aun
cuando todavía persiste un duro piso de pobreza extrema, pero que con las bases
de misiones el gobierno la ataca con eficiencia. Pero aún le falta ampliar más
ese accionar y dedicarlo a acometer con esas mismas personas en pobreza extrema
e indigencia una actividad productiva permanente en el tiempo, de altos propósitos
sin miedo y, con mucha contundencia tal, que no solo los saque de la pobreza
extrema, sino que los incorpore al sistema productivo de la patria.
Esa guerra económica, la cual hoy
comienza a ser percibida como tal, después
del error de entregar la Asamblea Nacional a la derecha fascista, hizo que gran
parte del electorado venezolano olvidara el millón de viviendas construidos en
56 meses a un promedio 250.000 casas por año; La extraordinaria inversión
social de más del 60% del presupuesto nacional para beneficio del pueblo; La
distribución eficiente de la renta petrolera, la recaudación fiscal los aportes
de las empresas del Estado, al pueblo venezolano sin distingos ni
discriminación; La bastante alta matricula estudiantil en América superada solo
por la república de Cuba; La insuperable asistencia médica gratuita y de calidad
proporcionada por el gobierno revolucionario; La importación , producción y
acarreo de alimentos (que fueron escamoteados, escondidos, especulados sus
precios y contrabandeados por la derecha), para el pueblo venezolano. La
construcción de una importante infraestructura educativa, vial, hospitalaria,
comunicacional, industrial; La creación de
por lo menos 30 Unidades educativas de nivel superior, La incorporación
con rango constitucional a todas las etnias originarias de nuestra patria, con
participación igualitaria en todo lo concerniente a la ciudadanía, y mucho más.
Significa entonces, que sí acometemos
la producción, incorporando todo el tejido manufacturero del pueblo, mediante
la aplicación de las leyes del poder popular con un fuerte y constante apoyo de
los organismos del estado para su ejecución, de manera tal que todos los planes
sean llevados hasta su deseado final, seguro que tendremos éxito y el pueblo internalizara el objetivo de la revolución y
la sabrá defender cuando llegase la oportunidad de hacerlo.
Por ello, nos atrevemos a sugerir, que
el trinomio Gobierno, Pueblo y Partido, deberá crear leyes que obliguen a las
universidades del país a establecer una
interacción académica, investigativa y promotora de cualquier actividad
técnica, tecnológica y científica en todos los aspectos productivos con todas
las áreas productivas del país, de la mano con el pueblo en todos los niveles o
ubicaciones sociales, de la patria, para promover y dirigir importantes
esfuerzos hacia el desarrollo de la patria fundamentado con el plan de la
patria 2013 – 2019 para no depender de las empresas trasnacionales como
Monsanto Cargil y otras. Nuestro país, tiene la capacidad de convertirse en un
productor de materias primas primarias y materias primas elaboradas, así como
productos terminados. Es probable que si no hubiésemos estado sometidos a tanto
acoso de las voraces fieras imperiales, hace ya muchos años, que la revolución
hubiera logrado el desarrollo tantas veces deseado. Pero no obstante ello, hoy
podemos sacar provecho de esta derrota, si en lugar de llorar usamos esta experiencia
para desarrollarnos.
Ello es tan cierto, que con la experiencia que hemos adquirido
respecto a la eficiencia en la administración de la hacienda pública, al mantener la inversión social aun a costa de
la merma de los ingresos por concepto de la venta de petróleo. Ello nos indica,
que podemos bajar los niveles de exportación
de petróleo a lo estricto necesario y, preservar ese recurso para las
generaciones futuras. Claro que eso será un poco complicado, porque el
capitalismo voraz seguirá acosándonos, pero, si ese buen ejemplo cunde en los demás
países es lo más seguro, que la especie humana se pondrá por encima de los
innaturales y aberrado deseos del Capitalismo y sus adláteres.
La antinatural posición social
que asumen los hegemónicos, al creerse
los propietarios del planeta y lo que en él existe, son los factores que
producen sufrimientos artificiales que le hacen la vida imposible a los pueblos,
una coexistencia plena es lo que podría evitar tantos males en la gente. Así
que, nuestro trabajo de aquí en adelante será crear una cultura productiva equitativa
y simétrica, no lesiva a la humanidad ni a la Pachamama, basada en nuestra propia
cosmovisión, y la coexistencia equilibrada con las otras especies y los
elementos. La gente desubicada, depredadora y egoísta entonces, diluirá su característica
malvada, al no concitar seguidores.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA Y SOBERANA!
¡CHÁVEZ
VIVE!
¡LA
PATRIA SIGUE!
¡VIVIREMOS
Y VENCEREMOS!
William Castillo Pérez (el indio)
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