Óptica
Socialista
Opinión
Los bodrios jurídicos presentados por la bancada de la oposición en la
Asamblea Nacional y la hoja de ruta propuesta por la MUD evidencian una vez más
que Venezuela es objeto de una guerra integral inserta en la estrategia
geopolítica mundial que vienen desarrollando el capital sionismo y el gobierno
de los EEUU con el fin de apoderase de los recursos necesarios para tratar de
superar la crisis global del capitalismo.
Por escrito y en exposiciones, los profesores Carlos Lazo y Luis Salas,
al explicar la dependencia de nuestra economía, el agotamiento del modelo de
sustitución de importaciones y los orígenes de la burguesía parasitaria,
especulativa y apátrida, destacan dos datos particularmente interesantes: la
recuperación del nivel de las inversiones del sector privado (LSR) y el
crecimiento exponencial de su rentabilidad (CL) durante los gobiernos del
Comandante Chávez y el Presidente Maduro. Datos que, independientemente de
otras consideraciones, desmontan el argumento del fracaso económico del
"modelo chavista" y demuestran que el manejo del excedente petrolero
en función de las necesidades de la población crónicamente marginada, ha
favorecido tanto a los trabajadores como a la burguesía
Si eso es así, ¿qué sentido tiene que voceros del sector privado y operadores
políticos a su servicio emprendan guarimbas y saboteos que no producen ningún
beneficio económico a los accionistas de las empresas? Ninguno. Ello no
responde a iniciativas propias sino a la subordinación y compromisos de nuestra
burguesía con el capital trasnacional.
El enemigo es grande, sí. Pero nuestra fortaleza también lo es.
Independientemente de nuestras diferencias, todos los antimperialistas -
gobierno, militares y pueblo - tenemos que seguir unidos para detener a la
derecha fascistoide, tal como lo hemos hecho en oportunidades anteriores.
Maduro acaba de batear dos jonrones que
deben reducir significativamente las inquietudes del pueblo y las molestias
causadas por las colas y la especulación: el aceleramiento de la lucha contra
la corrupción, asumida por primera vez seriamente en la historia de nuestro
país, y la entrega de la administración de PDVAL y MERCAL a féminas
incorporadas a UNAMUJER y a otras organizaciones similares.
Los militares están en el campo impidiendo que el equipo contrario se
luzca con el bate o meta una carrera. Nos toca a los demás dejar el banco y
salir a batear. Unirnos para ejercer efectivamente nuestra soberanía, calentar
las calles, entender y debatir la coyuntura y, por sobre todo, estar alerta y
convocarnos para actuar en consecuencia cada vez que la Asamblea Nacional o
representantes de otro poder constituido pretendan atropellar nuestros derechos
como poder constituyente.
Por Mariadela Villanueva
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