Óptica
Socialista
Opinión
Caracas, 13 Feb. AVN.- Mientras avanzan
las propuestas neoliberales, con ropaje populista, las pretensiones de
imponer la impunidad y los llamados a la injerencia extranjera por parte
de la oposición, el bloque histórico patriótico y popular parece estar a
la defensiva. Es necesario retomar la contraofensiva en la calle, que
nos permita frenar las legislaciones neoliberales que crearían graves
precedentes para la restauración del poder de las élites sobre las
mayorías populares, así como profundizar en el debate y en la acción
socialista para enfrentar la demagogia y el populismo que confunde a
importantes sectores del pueblo.
Los sujetos políticos a los cuales la Revolución Bolivariana sacó de la exclusión, les restituyó sus derechos humanos y les transfirió poder real deben construir, desde el Congreso de la Patria y otros espacios, una iniciativa política de ofensiva.
Indígenas, afrodescendientes, campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, obreros y obreras con conciencia de clase, jóvenes del barrio, mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad, estudiantes, motorizados y motorizadas, militares patriotas, comuneros y comuneras, la historia nos convoca a un sublime aliento para seguir avanzando por el camino victorioso que construyó el Comandante Chávez para nuestra Patria, para nosotros como pueblo.
Escribió José Martí que cuando parecía que Venezuela se cansaba en la lucha por la Independencia, Bolívar nunca se cansó. Los bolivarianos no podemos cansarnos, tomemos las banderas de la lucha por el derecho a la tierra, urbana, rural e indígena, alcemos nuestra voz para que el capital financiero y especulativo pague más impuestos para sostener y expandir el sistema de protección social socialista, ocupemos productivamente las tierras y fábricas que el Comandante Chávez dejó en nuestra manos, impulsemos iniciativas legislativas populares que desenmascaren el populismo de la bancada contrarrevolucionaria, no callemos más ante la corrupción en ningún nivel. De este último punto hablaré en un próximo artículo.
Obligante es que la dirección política de la Revolución promueva y acompañe un poderoso movimiento popular contra la estafa opositora, contra nuestros errores y contra todo tipo de desviaciones para no dejarnos arrebatar la razón histórica y moral que le da vida al Chavismo, como modelo democrático y humanamente gratificante que ha sido abrazado por las grandes mayorías. Es la hora, el futuro nos pertenece.
Los sujetos políticos a los cuales la Revolución Bolivariana sacó de la exclusión, les restituyó sus derechos humanos y les transfirió poder real deben construir, desde el Congreso de la Patria y otros espacios, una iniciativa política de ofensiva.
Indígenas, afrodescendientes, campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, obreros y obreras con conciencia de clase, jóvenes del barrio, mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad, estudiantes, motorizados y motorizadas, militares patriotas, comuneros y comuneras, la historia nos convoca a un sublime aliento para seguir avanzando por el camino victorioso que construyó el Comandante Chávez para nuestra Patria, para nosotros como pueblo.
Escribió José Martí que cuando parecía que Venezuela se cansaba en la lucha por la Independencia, Bolívar nunca se cansó. Los bolivarianos no podemos cansarnos, tomemos las banderas de la lucha por el derecho a la tierra, urbana, rural e indígena, alcemos nuestra voz para que el capital financiero y especulativo pague más impuestos para sostener y expandir el sistema de protección social socialista, ocupemos productivamente las tierras y fábricas que el Comandante Chávez dejó en nuestra manos, impulsemos iniciativas legislativas populares que desenmascaren el populismo de la bancada contrarrevolucionaria, no callemos más ante la corrupción en ningún nivel. De este último punto hablaré en un próximo artículo.
Obligante es que la dirección política de la Revolución promueva y acompañe un poderoso movimiento popular contra la estafa opositora, contra nuestros errores y contra todo tipo de desviaciones para no dejarnos arrebatar la razón histórica y moral que le da vida al Chavismo, como modelo democrático y humanamente gratificante que ha sido abrazado por las grandes mayorías. Es la hora, el futuro nos pertenece.
Elías Jaua Milano
AVN
13/02/2016 12:20
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