Óptica
Socialista
Opinión
Con tristeza y cierto desconcierto se observa en nuestra amada patria
una juventud que sigue con emoción y con esperanza a unos viejos que con
rostros nuevos los guían cual flautista de Hamelin hacia un mañana de
destrucción, de muerte y de miseria que ya pensamos habíamos superado.
Con desconcierto y tristeza vemos a una juventud que sigue emocionada a
los viejos con rostros nuevos que son financiados por el grupo económico
que no aceptó el tratado de Kioto sobre las emisiones de gases a la
atmosfera para enfrentar el daño que está ocasionando el acelerado
calentamiento global.
Con desconcierto y desilusión vemos a una juventud ciega y disociada que
celebra la posibilidad de la asunción al poder en nuestra amada patria
al mismo grupo económico que nos mantuvo durante cien años o más sumidos
en la más terrible de las miserias, cerró universidades, asesinó a
jóvenes luchadores sociales; un grupo económico que mantuvo durante
décadas, a nuestra juventud aislada del conocimiento y a la mayor parte
de la población en un cruel analfabetismo.
Los jóvenes que no saben a quién siguen porque la apatía no les permite
averiguar ni estudiar, no pueden llamarse jóvenes y los que lo saben y
sin embargo apoyan a esos grupos no tienen nombre pero podrían
catalogarse como zombis.
Esta tierra donde un José Félix Rivas acompañado de jóvenes estudiantes
se enfrentó con desventaja numérica a las huestes del sanguinario Boves y
venció, no puede ser la misma que pisan jóvenes que pisotean los más
sagrados valores, como la naturaleza y la vida.
El capitalismo en toda su extensión y, más allá, el fundamento
neoliberal aplicado a las economías está destruyendo al planeta, ¿Cómo
vamos a tratar de imponerlo en nuestro suelo sagrado? ¿Cómo puede un
joven defender la destrucción y la muerte y seguir llamándose o
creyéndose joven?.
Y hablo de y a los jóvenes sin intención de ofender a los viejos o sin
intención de significar que en el viejo es válido que apoye esas
prácticas, hablo a y de los jóvenes porque una juventud disociada es
sinónimo de un fracaso en la educación que le dimos los viejos y porque
una juventud disociada es un peligro para la sociedad que se forja.
Los grupos económicos y de amplio poderío militar que representan los
Estados Unidos de América y sus políticas imperialistas y de dominación,
han ocasionado y siguen ocasionando daños irreversibles a los
ecosistemas; sus políticas económicas y sus modelos capitalistas han
sobrepuesto el valor del capital por encima de la naturaleza y de la
propia vida; ¿Como hemos sido tan inútiles en la educación como para
permitir que jóvenes de amplio corazón y de inmensas ganas de vida,
apoyen la asunción al poder de grupos políticos financiados y
organizados por estos poderes universales?.
He ahí mi crítica, el niño no nace aprendido, el niño tiene que aprender
y somos nosotros los encargados de educarlo y luego reforzar sus
conocimientos, de la manera más necesaria: educándolo a las ganas de
aprender, induciéndolo a una inmensa avidez por el conocimiento; pero
para que esto sea efectivo, mas allá de las ganas que tengamos de
educar, tiene que haber un inmenso deseo de los jóvenes por aprender; la
flojera no puede ser sinónimo de juventud, el joven tiene que empeñarse
en buscar conocimientos.
Parte de la juventud que habla de amor a la vida, parte de la juventud
que habla de amor a la naturaleza es también parte de la misma juventud
que de manera contradictoria aúpa, apoya y vitorea de manera ingenua y
seguramente confundida a estos grupos que desparraman miseria y muerte
por dondequiera que van.
Capriles Radonsky, Leopoldo López y asociados no representan a la
juventud ni mucho menos; representan a los grupos económicos y militares
que tanto daño le hacen al planeta y a la vida, representan al Fondo
Monetario Internacional, al pentágono y su maquinaria de guerra y de
destrucción; vean jóvenes hacia Europa, y la crisis económica del
capitalismo, vean jóvenes hacia el cielo y hacia el mar y vean los
desastres irreversibles que las grandes economías mundiales le están
haciendo al planeta, mi planeta, tu planeta, nuestro planeta.
La historia está para analizarla, analícenla pues, investiguen pues, la
juventud no puede ser disociada, la juventud no puede ser floja, la
juventud tiene que ser irreverente, estudiosa, acuciosa, intrépida; la
juventud tiene que ser picara, indómita, la juventud tiene que estudiar
para poder tener herramientas para el combate que desea realizar y del
cual tiene todo el derecho.
Algo mal estamos haciendo cuando dando una vuelta mañanera por varios
colegios vemos con que desidia, flojera e irreverencia los niños entonan
el Himno Nacional, algo mal estamos haciendo cuando son las nuevas
generaciones las enviciadas con el exceso de tecnología y la flojera
mental, algo estamos haciendo mal cuando los jóvenes del campo ya no
siembran nada pues entre la "uni" y el centro comercial se les va la
vida, algo estamos haciendo mal cuando queremos comer pescado pero no
queremos que nuestros hijos sean pescadores…algo estamos haciendo mal
pues la juventud es el resultado de nuestra inversión.
Algo estamos haciendo muy mal cuando muchos jóvenes de hogares de padres
revolucionarios de diferentes estratos sociales no tienen consolidado
el amor a la patria.
Algo estamos haciendo muy mal cuando la educación no está enfocada en la
necesidad colectiva y un plan de superación del país con un propósito
definido sino en función de la individualidad, lo cual da como resultado
una exageración de muchachos estudiando carreras cuyo mercado no solo
es difícil sino que en estos momentos no son necesarias para el país,
ese tiempo y ese dinero invertido no será aprovechado y creará
insatisfacción al futuro profesional.
Estamos haciendo algo mal, muy mal, cuando vemos jóvenes aplaudiendo al
que le arrebató la vida a José Félix Rivas y hoy tomó la Asamblea
Nacional, bajo engaño.
Que viva la juventud despierta, la juventud valiente, la juventud patriota.
Por Oscar Jiménez
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