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Aun cuando no somos muy afectos a darle mucha exposición a los
adversarios políticos de la revolución bolivariana, vamos a dedicar un breve
tiempo al aberrado político, Presidente de la asamblea nacional, que tal vez
por designio de la providencia nos ha tocado
en suerte en ese cargo, por no haber internalizado el axioma cristiano,
“Conoce la verdad y serás libre”. Pareciera que por ignorancia supina,
permitimos que este fetichista de la política
y sus numerosos pares se entronizaran en la AN. Aun cuando este señor ha
sido considerado un político de amplia
trayectoria, más o menos casi 40 años,
él no alcanza llenar el concepto de político, ya que la política como totalidad
según Enrique Dussel, se corrompe cuando su función esencial queda
distorsionada, destruida en su origen, en su fuente. Según el mismo Enrique Dussel la corrupción originaria de lo
político esta evidenciada, por el fetichismo del poder, y es en este proceder,
donde se destaca la condición de aberrado político del nefasto dinosaurio adeco
que nos pretende atropellar desde la AN.
Bien, este ciudadano quiere
constituirse, él y la Asamblea nacional, como si encarnaren la sede o la fuente del poder político y, que
consecuencialmente los demás funcionarios y poderes, deben subyugarse a su hegemonía. Este fetichismo lo
demuestra, al imponer plazo de vida a las demás instituciones y al estado
mismo. Esta característica que define al Presidente de la AN., es el reflejo de
la corrupción y fetichismo político que
fue la marca de los gobiernos de la cuarta república, época
caracterizada, por la violación de los derechos humanos del pueblo y la
fijación en el imaginario, de la
aberrada percepción, que esos gobiernos
adeco-copeyanos eran los amos del poder, lección que hemos olvidado o nunca supimos entender.
Si alguna vez existió un estado
fetichista, fue ese infierno que vivió
el pueblo venezolano con estos políticos presidiendo esos cargos, cuando ellos se asumieron como si la soberanía de la republica estuviera imbricada en ellos. La referencia
primera y última del poder y la soberanía -art 5 de la CNRBV-, esta ejercida
por el poder popular. Por ello, es que la corrupción inherente al ejercicio (hasta
ahora) del presidente de la AN y sus colegas mayoritarios contra el pueblo que
lo eligió, es tristemente: un atraco a mano armada, con la diferencia que la
mano que propicio la agresión es la de las mismas víctimas.
Porque, ha sido la misma población quien ha colocado en mayoría en la
AN., a ese grupo de facinerosos que ahora pretenden, engatusar al pueblo para
robarles sus viviendas otorgadas por la GMVV, con una ley estafa; dar impunidad
a los asesinos que quitaron la vida
y lesionaron ciudadanos, durante
actos perpetrados con la intención de derrocar al Gobierno Constitucional de la
República bolivariana de Venezuela. Objetivo que pretenden lograr, mediante la
aprobación de una ilegal ley de amnistía; eliminar la ley del Proceso social
del trabajo; desestabilizar la economía nacional afectando la política
monetaria del país dolarizando todas las operaciones mercantiles.
Ahora la aberrada bancada de la derecha parlamentaria ha presentado un
anteproyecto de enmienda constitucional para acortar el periodo presidencial de
seis a cuatro años. El objetivo, según han reiterado Ramos Allup y su banda
de diputados, es sacar a Nicolás Maduro de
presidencia de la República. Estos son algunos
de los objetivos de esta fetichista oposición que se asume como única ama del
poder legítimo, luego que circunstancialmente han conseguido esa mayoría en la
AN., la cual han tomado por asalto, con la aprobación y apoyo de sus electores,
para hacer implotar al estado venezolano y entregarlo en bandeja de plata al
imperio de la maldad y el despojo.
La actitud sádica que enmarca la proposición de leyes de la mayoría opositora
en la AN., dirigidas a eliminar los beneficios del pueblo, es una clara
violación de los derechos humanos del pueblo y una violación de la Constitución
nacional de la república bolivariana. Claramente es una actitud que constituye un
irrespeto al pueblo, pero, peor aún, es el desparpajo con el que perpetran
estos nefastos fetichistas políticos, sus fechorías en la AN., que ha llegado
hasta el extremo de abusar de sus electores, al ofenderlos hasta en sus
símbolos patrios, tal vez justificando dicha actitud en el hecho, que logrado
el fin principal del engaño al pueblo, que no era otro que defenestrar la
revolución bolivariana, es precisamente ese hecho, lo que les importa y, el
pueblo que solo sirvió de instrumento, pues “que se fuña”, como dijo el
expresidente español Aznar, acerca de los pueblos del Caribe y Centroamérica,
particularmente el pueblo de Haití, ante una pregunta que le hiciera el Presidente
Chávez.
¡Independencia y Patria Socialista y Soberana!
¡Chávez vive!
¡La Patria sigue!
¡Viviremos y venceremos!
William Castillo Pérez (el indio)
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