Caracas , 11 Nov. AVN.- María Moreno
tiene la costumbre de despertarse muy temprano y el miércoles 5 de
noviembre de 2015 lo hizo profundamente esperanzada y convencida de que
sería capaz de ver todo distinto. Recién cumplía tres años con una
fuerte opacidad en uno de sus ojos, que la volvió dependiente de bastón y
lentes. La razón ya la conocía puesto que el diagnóstico había sido
claro: era necesario operar una catarata que terminó por cubrirle el
cristalino del ojo derecho.
Negada, por miedo, a la posibilidad de una intervención quirúrgica, María pospuso la operación hasta que retomó sus visitas al Centro Oftalmológico Ernesto Che Guevara, situado en Pinto Salinas, Caracas, donde, desde su inauguración, en el año 2004, se han realizado 75.700 cirugías completamente gratuitas, como parte de la Misión Milagro, programa creado por los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro, que en 11 años ha devuelto la visión a tres millones 481.666 personas de Suramérica, Centroamérica, el Caribe y África.
Así como ocurre con muchos pacientes, en su mayoría adultos mayores, a esta caraqueña habitante de El Junquito la habían traicionado sus nervios en varias oportunidades y ese jueves no fue la excepción. Por eso, al ingresar a la consulta de medicina interna, de inmediato fue necesario aplicarle una inyección para controlar su tensión y esperar alrededor de 30 minutos para verificar que, en efecto, pudiera entrar al quirófano.
Mientras María esperaba a las fueras del consultorio, dotado con todos los equipos requeridos en oftalmología, compartió con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) parte de su historia. "Le dije a mi hermana que me acompañara porque siento nervios, pero en nombre de Dios todo saldrá bien", comentó ansiosa.
Pasaron los 30 minutos y esta caraqueña de 65 años de edad, ama de casa y madre de un hijo, fue llamada por el grupo de médicos y enfermeros cubanos que ofrecen atención en el lugar. El médico internista procedió a medirle nuevamente la tensión, y esta vez María estaba preparada. A esto le siguió la consulta de la línea preoperatoria de oftalmología (para corroborar que ninguna causa de fuerza mayor pudiera aplazar la cirugía).
Luego, pasó por el equipo Autorefractómetro Queratómetro (para la prueba de queratometría en la que se determinaron los parámetros de su córnea). Y, posteriormente, por el Biómetro Óptico (para hacer el cálculo del lente intraocular que se le colocaría durante la operación).
María salió, se sentó al lado de su hermana y ahí, junto a otros pacientes que esperaban por cirugías de pterigión, láser de retina y láser de glaucoma, cerró sus ojos grandes y esperó.
"Ahora si. Bueno, ya me voy a operar y confío en estos médicos. Son buenos, cariñosos, amables. Lo tratan a uno con amor", expresó la abuela, como cariñosamente la llamaba el cirujano.
Filtro Médico. Ahora María, que estaba preparada para entrar al quirófano, debía pasar por aquí, para medir sus signos vitales. En segundos ya una enfermera le colocaba su bata quirúrgica y, finalmente, lista para la cirugía.
"Son intervenciones generalmente rápidas, sin embargo, dependen de la contribución del paciente y el especialista", explicó a AVN Guisel Hernández, quien es médico general integral con diplomado en Oftalmología.
Hernández precisó que en lo que va año, en este centro oftalmológico se han realizado 900 cirugías de catarata, 1.000 pterigión y más de 3.000 intervenciones quirúrgicas con láser.
30 – 40 minutos después, María salió contenta, emocionada y sin ningún dolor. Lo único distinto que tenía era un parcho negro en su ojo derecho, que sería retirado al siguiente día para verificar el éxito de la intervención. Y así fue.
"No sé cómo hablar de todo esto, más que como un milagro. Ellos (los médicos cubanos) son un milagro para nosotros, los que no tenemos para ir a operarnos", dijo contenta.
Misión Milagro. Precisamente, fue ese el nombre que recibió este programa social, dirigido a devolver la visión a quienes como María no cuentan con recursos para hacerlo por sus propios medios.
Nació en 2004 por iniciativa de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; y de Cuba, Fidel Castro. En sus 11 años, la Misión ha trascendido fronteras y ha cumplido el milagro a pacientes de Surinam, Antigua y Barbuda, Dominica, Grenada, Haití, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Jamaica, Monserrat, República Dominicana, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, Guatemala, Argentina, Brasil, México, Panamá, Puerto Rico, Ecuador, El Salvador, Guyana, Paraguay, Nicaragua, Perú, y del África.
La política social, que a su vez trabaja de manera conjunta con la Misión Barrio Adentro, que ha atendido a más de 19 millones 500.000 venezolanos, llega a estos países a través de mecanismos de integración como Petrocaribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).
Ambas reciben la colaboración de médicos cubanos que, así como desde 2003 se trasladaron a Venezuela para cumplir con la Misión Barrio Adentro, van a otros países del mundo a hacer posible el milagro de la visión.
Negada, por miedo, a la posibilidad de una intervención quirúrgica, María pospuso la operación hasta que retomó sus visitas al Centro Oftalmológico Ernesto Che Guevara, situado en Pinto Salinas, Caracas, donde, desde su inauguración, en el año 2004, se han realizado 75.700 cirugías completamente gratuitas, como parte de la Misión Milagro, programa creado por los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro, que en 11 años ha devuelto la visión a tres millones 481.666 personas de Suramérica, Centroamérica, el Caribe y África.
Así como ocurre con muchos pacientes, en su mayoría adultos mayores, a esta caraqueña habitante de El Junquito la habían traicionado sus nervios en varias oportunidades y ese jueves no fue la excepción. Por eso, al ingresar a la consulta de medicina interna, de inmediato fue necesario aplicarle una inyección para controlar su tensión y esperar alrededor de 30 minutos para verificar que, en efecto, pudiera entrar al quirófano.
Mientras María esperaba a las fueras del consultorio, dotado con todos los equipos requeridos en oftalmología, compartió con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) parte de su historia. "Le dije a mi hermana que me acompañara porque siento nervios, pero en nombre de Dios todo saldrá bien", comentó ansiosa.
Pasaron los 30 minutos y esta caraqueña de 65 años de edad, ama de casa y madre de un hijo, fue llamada por el grupo de médicos y enfermeros cubanos que ofrecen atención en el lugar. El médico internista procedió a medirle nuevamente la tensión, y esta vez María estaba preparada. A esto le siguió la consulta de la línea preoperatoria de oftalmología (para corroborar que ninguna causa de fuerza mayor pudiera aplazar la cirugía).
Luego, pasó por el equipo Autorefractómetro Queratómetro (para la prueba de queratometría en la que se determinaron los parámetros de su córnea). Y, posteriormente, por el Biómetro Óptico (para hacer el cálculo del lente intraocular que se le colocaría durante la operación).
María salió, se sentó al lado de su hermana y ahí, junto a otros pacientes que esperaban por cirugías de pterigión, láser de retina y láser de glaucoma, cerró sus ojos grandes y esperó.
"Ahora si. Bueno, ya me voy a operar y confío en estos médicos. Son buenos, cariñosos, amables. Lo tratan a uno con amor", expresó la abuela, como cariñosamente la llamaba el cirujano.
Filtro Médico. Ahora María, que estaba preparada para entrar al quirófano, debía pasar por aquí, para medir sus signos vitales. En segundos ya una enfermera le colocaba su bata quirúrgica y, finalmente, lista para la cirugía.
"Son intervenciones generalmente rápidas, sin embargo, dependen de la contribución del paciente y el especialista", explicó a AVN Guisel Hernández, quien es médico general integral con diplomado en Oftalmología.
Hernández precisó que en lo que va año, en este centro oftalmológico se han realizado 900 cirugías de catarata, 1.000 pterigión y más de 3.000 intervenciones quirúrgicas con láser.
30 – 40 minutos después, María salió contenta, emocionada y sin ningún dolor. Lo único distinto que tenía era un parcho negro en su ojo derecho, que sería retirado al siguiente día para verificar el éxito de la intervención. Y así fue.
"No sé cómo hablar de todo esto, más que como un milagro. Ellos (los médicos cubanos) son un milagro para nosotros, los que no tenemos para ir a operarnos", dijo contenta.
Misión Milagro. Precisamente, fue ese el nombre que recibió este programa social, dirigido a devolver la visión a quienes como María no cuentan con recursos para hacerlo por sus propios medios.
Nació en 2004 por iniciativa de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; y de Cuba, Fidel Castro. En sus 11 años, la Misión ha trascendido fronteras y ha cumplido el milagro a pacientes de Surinam, Antigua y Barbuda, Dominica, Grenada, Haití, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Jamaica, Monserrat, República Dominicana, Santa Lucía, Trinidad y Tobago, Guatemala, Argentina, Brasil, México, Panamá, Puerto Rico, Ecuador, El Salvador, Guyana, Paraguay, Nicaragua, Perú, y del África.
La política social, que a su vez trabaja de manera conjunta con la Misión Barrio Adentro, que ha atendido a más de 19 millones 500.000 venezolanos, llega a estos países a través de mecanismos de integración como Petrocaribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).
Ambas reciben la colaboración de médicos cubanos que, así como desde 2003 se trasladaron a Venezuela para cumplir con la Misión Barrio Adentro, van a otros países del mundo a hacer posible el milagro de la visión.
Blanca Hurtado
AVN
11/11/2015 14:44
Tomado de AVN
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