Óptica Socialista
Opinión
Caracas, 30
Oct. AVN.- La dirigencia contrarrevolucionaria ha intentado, en estos 10 meses
del año, movilizar a sus bases y capitalizar el malestar de la población
contrariando la realidad constitucional, legal y de correlación de fuerzas
orgánicas existentes en nuestra sociedad.
Mentira tras mentira, esa dirigencia ha
desarrollado un guión fraudulento sin eficacia política, pero sí con mucho
impacto negativo sobre la estabilidad política, económica, social y psicológica
de la familia venezolana. Veamos la secuencia de la estafa política, en marcha,
por parte de la MUD:
"Encontraremos una salida para en seis meses
salir de Maduro". Han pasado diez meses y el pueblo sigue en el poder.
Gracias a su conciencia y a Dios.
"Encontramos, no una sino cuatro salidas:
enmienda, revocatorio, abandono del cargo y calle para que renuncie".
Después de meses de lucha interna, asumieron que la única posible
constitucionalmente hablando era el referéndum, pero ya era tarde para que los
lapsos reglamentarios permitieran que ese mecanismo fuese este año.
"Recogimos 2 millones 800 mil firmas";
luego afirmaron, "en verdad certificamos 1 millón 800 mil firmas"; de
las cuales fueron a validación poco más de 1 millón, ya que del total de
firmas, 605 mil resultaron fraudulentas, y finalmente sólo ratificaron 400 mil
firmantes. Diría el refranero popular "Qué culpa tiene la estaca, si el
sapo brinca y se ensarta".
"El 1 de septiembre será la toma de Caracas,
sin retorno, para sacar a Maduro". A las 2 de la tarde de ese día, los dirigentes
opositores llamaron a retirarse y tocar cacerolas en la noche. La frustración
quedó registrada en la etiqueta digital #MalditaMUD.
"El 7 de septiembre será la toma de
Venezuela". Sin comentarios.
"El 23 de octubre convocaremos a una sesión
para destituir a Maduro". Ese día aprobaron convocar a otra sesión para
discutir cómo lo sacarían.
"El 26 de octubre tomaremos la autopista y no
descartamos ir a Miraflores". Ese día no fueron a Miraflores y convocaron
a un paro cívico para el viernes 28 de octubre, paro cuyo fracaso todavía es
comentado adentro y afuera de Venezuela.
Está anunciado: "El martes 1 de noviembre
haremos un juicio de responsabilidad política al Presidente de la República y
con la mayoría parlamentaria destituiremos a Maduro". Hay que recordarle a
quienes todavía le puedan creer a estos estafadores políticos que las sesiones
de la Asamblea Nacional son ilegales por estar esta en desacato al Tribunal
Supremo de Justicia, pero sobre todo deben saber y documentarse que no hay
ningún artículo, literal, numeral o palabra en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela que le otorgue al Poder Legislativo hacer juicios
políticos al Jefe del Estado, ni inventar por mayoría un supuesto abandono de
cargo.
Sigue la amenaza: "El jueves 3 de noviembre
iremos, ahora sí, a Miraflores a entregar la carta de destitución a
Maduro". Una verdadera irresponsabilidad, ya que es sabido que desde el
pasado martes 25 de octubre la casa de gobierno está rodeada de campesinos,
trabajadores, comuneros, pobladores, jóvenes, motorizados, estudiantes,
milicianos defendiendo su derecho a gobernar y a que se respete su mandato. Las
fuerzas del orden público están obligadas a evitar el enfrentamiento. Gracias a
Dios y al comandante Chávez ya no hay Policía Metropolitana que conduzca la
masacre de pueblo contra pueblo, como aquel fatídico 11 de abril de 2002. Dios
mediante, ley mediante, eso más nunca pasará en nuestra patria.
Paralelo a esta sarta de mentiras, el país ha
presenciado con estupor la burla que han hecho los dirigentes de la MUD del
diálogo político, que el pueblo venezolano reclama para recuperar la
estabilidad y la prosperidad alcanzada en la revolución.
¿Qué explica esa conducta? La lucha intestina,
entre personajes inmaduros, con severos traumas de personalidad, seniles y
todos y todas con una gran ambición personal y con poderes económicos detrás
que los y las empujan al asalto del poder, promoviendo el odio social contra el
chavismo, sin importar la destrucción de Venezuela y el sufrimiento del pueblo.
Frente a eso la respuesta del pueblo que llegó a
creer en ellos ha sido un creciente desencanto; la de nosotras y nosotros las y
los chavistas ha sido la remoralización, la movilización, la renovación de la
esperanza, la conciencia de lo que tenemos que defender hacia el futuro.
En este contexto, la principal tarea de los
revolucionarios y revolucionarias debe ser convencer a todo el pueblo
trabajador que la Revolución Bolivariana y Socialista es su proyecto histórico
y debe abrazarlo, más allá de esta difícil coyuntura que vamos a superar,
porque su porvenir está de este lado de la historia.
AVN: 30/10/2016 - 10:37 am
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