Óptica Socialista
Opinión
Hoy en América Latina a través de la CELAC y los gobiernos .progresistas de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela entre otros, vienen implementando medidas y planes en la superación de la pobreza crítica está no se dará si no se considera el elemento cultural histórico de la colonialidad de los saberes y prácticas, así como los estilos de vida fomentados por el neoliberalismo en décadas anteriores y la globalización del mercado que apuesta por el egoísmo de una "sálvese quien pueda" y el consumismo exacerbado, haciendo olvidar a los pueblos su propia identidad y tarea histórica de solidaridad y comunión entre hermanos de una misma tierra y el respeto y cuidado que ella merece.
Necesitamos profundizar nuestras raíces culturales
Comprender las dinámicas subjetivas de la riqueza y la pobreza de cada grupo humano es lograr el entendimiento del por qué y cómo se constituyen en dinámicas objetivas de la vida cotidiana, organizacional e institucional. Por lo que se convierte en reto y desafío reconocerlas para subvertir el orden establecido cuando la pobreza resulta el fondo de telón de muchas vidas humanas.
Se trata de dejar de pensar en término de limitaciones y empezar a pensar en posibilidades y esto será cuando se asuma los imaginarios históricos y visones que tiene los pueblos y sus grupos sociales que la conforman sobre el tema de la pobreza y riqueza, pues estos se constituyen en conciencia colectiva, que a su vez se materializan en saberes y prácticas sociopolíticas.
Es a través del discurso (palabras, acciones y símbolos) que se legitima la riqueza y la pobreza a favor de unos y en contra de otros y que objetivada en realidades concretas se establece como una realidad aparentemente inalterable.
Por tanto estudiar el tema de la riqueza y la pobreza conlleva a reconocer la multidimensionalidad de ambas. Esta multidimensionalidad generalmente ha sido estudiada desde la pobreza, un sólo ángulo del asunto. Son innumerables los autores que recalcan más aquellas de impacto y alcance material.
Las de orden cultural y espiritual son relativizadas en cuanto no se desarrollan metodologías para implementar y superar sus deficiencias. En el momento que trabajemos y profundicemos entenderemos mas cómo poder potenciar los valores, actitudes y prácticas que conlleva al enriquecimiento de los pueblos y su desarrollo vital.
De allí que el reto que supone este objetivo es conocer y valorar en profundidad nuestras improntas culturales indígenas, africanas, coloniales y liberales tanto de aquellas que emergieron en la vida del venezolano en su mundo agrario como la del mundo petrolero que ambas cohabitan en la Venezuela del siglo XXI. Pero el desafío es asumir las decisiones y acciones de las anteriores generaciones con sus certezas y errores, aprender de ellas y sentarnos de nuevo junto a nuestra carta magna (1999) desde la democracia participativa protagónica y corresponsable para reescribir lo que necesitamos, queremos y podemos desde una visión endógena que luego nos impulse al mundo a ofrecer lo mejor que somos y tenemos.
Alice S. Peña M.
Tomado de Aporrea.org/05/11/14
Necesitamos profundizar nuestras raíces culturales
Comprender las dinámicas subjetivas de la riqueza y la pobreza de cada grupo humano es lograr el entendimiento del por qué y cómo se constituyen en dinámicas objetivas de la vida cotidiana, organizacional e institucional. Por lo que se convierte en reto y desafío reconocerlas para subvertir el orden establecido cuando la pobreza resulta el fondo de telón de muchas vidas humanas.
Se trata de dejar de pensar en término de limitaciones y empezar a pensar en posibilidades y esto será cuando se asuma los imaginarios históricos y visones que tiene los pueblos y sus grupos sociales que la conforman sobre el tema de la pobreza y riqueza, pues estos se constituyen en conciencia colectiva, que a su vez se materializan en saberes y prácticas sociopolíticas.
Es a través del discurso (palabras, acciones y símbolos) que se legitima la riqueza y la pobreza a favor de unos y en contra de otros y que objetivada en realidades concretas se establece como una realidad aparentemente inalterable.
Por tanto estudiar el tema de la riqueza y la pobreza conlleva a reconocer la multidimensionalidad de ambas. Esta multidimensionalidad generalmente ha sido estudiada desde la pobreza, un sólo ángulo del asunto. Son innumerables los autores que recalcan más aquellas de impacto y alcance material.
Las de orden cultural y espiritual son relativizadas en cuanto no se desarrollan metodologías para implementar y superar sus deficiencias. En el momento que trabajemos y profundicemos entenderemos mas cómo poder potenciar los valores, actitudes y prácticas que conlleva al enriquecimiento de los pueblos y su desarrollo vital.
De allí que el reto que supone este objetivo es conocer y valorar en profundidad nuestras improntas culturales indígenas, africanas, coloniales y liberales tanto de aquellas que emergieron en la vida del venezolano en su mundo agrario como la del mundo petrolero que ambas cohabitan en la Venezuela del siglo XXI. Pero el desafío es asumir las decisiones y acciones de las anteriores generaciones con sus certezas y errores, aprender de ellas y sentarnos de nuevo junto a nuestra carta magna (1999) desde la democracia participativa protagónica y corresponsable para reescribir lo que necesitamos, queremos y podemos desde una visión endógena que luego nos impulse al mundo a ofrecer lo mejor que somos y tenemos.
Alice S. Peña M.
Tomado de Aporrea.org/05/11/14
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