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Hace 14 años la derecha venezolana perpetró uno de los ataques más brutales contra el estado de Derecho / Siguiendo un libreto escrito por Washington, grupos más reaccionarios de la burguesía criolla unieron fuerzas para derrocar al gobierno del presidente, Hugo Chávez mediante el engaño mediático
Caracas,
11 de abril de 2016.- Hace 14 años se registró por primera vez en la historia nacional un
Golpe de Estado televisado en vivo y directo, que aprovechó la mentira
mediática de empresas privadas de comunicación en concierto con otras fuerzas
militares, políticas y eclesiásticas, a través de un elaborado plan de engaño
lograron derrocar al Gobierno Bolivariano del Presidente Hugo Chávez Frías,
quien tenía apenas 3 años en el cargo.
La
felonía logró colocar en Miraflores a una camarilla de usurpadores encabezados
por el dictador Pedro Carmona Estanga, quien era un empresario y
presidente de la poderosa patronal de Fedecámaras.
Afortunadamente,
en 47 horas los venezolanos y militares apegados al hilo constitucional
acabaron con aquella tiranía, antes que se consolidara, devolviendo al
comandante Chávez a la presidencia, en una historia épica que, igualmente,
registró por primera vez la resistencia de un pueblo silenciado que se impuso
en forma heroica e increíble para rescatar a su presidente Constitucional.
Claves:
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Diciembre 1998: Hugo Chávez gana las elecciones presidenciales sin el apoyo de los
partidos tradicionales y contra todo pronóstico logró acabar con el
bipartidismo adeco-copeyano. De acuerdo a la socióloga Maryclen Stelling, al
llegar a Miraflores inauguró un nuevo estilo de gobernar, que no contemplaba
ser sumiso a los sectores poderosos que siempre se beneficiaron de los
políticos de turno, pero sí cumpliría su promesa de dar atención a los
excluidos, de promover la democracia protagónica, de dignificar a los pobres y
la clase media.
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Pese a estas propuestas, observó la socióloga, el Mandatario tuvo una “luna
de miel” con los medios y empresarios que duró hasta el año 2001.
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1999: Una vez que Chávez promulgó 49 leyes habilitantes y se comenzó a
distribuir la renta petrolera con énfasis en lo social, en el año 2001, se
vieron afectados los intereses de grupos económicos. Fue en ese momento que
comenzó la ruptura de la “luna de miel”.
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10 de diciembre de 2001: Fedecámaras y la CTV, liderizados por Carmona Estanga
y Carlos Ortega, convocan a un primer paro cívico nacional.
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9 de abril de 2002: A través de los grandes medios de comunicación televisiva
(Globovisión. Radio Caracas Televisión, Venevisión, Televén y CNN), así como
también en la mayoría de la prensa escrita (El Nacional, El Universal, 2001,
Ultimas Noticias, Así es la Noticia, El Nuevo País y otros diarios regionales),
Carlos Ortega (CTV), Carmona Estanga (Fedecámaras), se convoca a otro paro
cívico nacional, que luego extendieron indefinidamente, declarándolo “activo”.
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El 11 de abril de 2002: Una convocatoria de unos 300 mil opositores hacia la sede de
PDVSA–Chuao, se desvía a Miraflores. Los líderes golpistas, a sabienda de la
gran concentración de los chavistas cerca del Palacio Presidencial, instigaron
y arrastraron a la masa, gritando consignas de odio, y cubiertos
interesadamente por los medios. Todo estaba fría y milimétricamente
planificado: francotiradores apostados por los golpistas en edificios cercanos
(Hotel Ausonia y Eden), dispararon contra los dos bandos, mientras los medios
registraban los asesinatos y culpando al gobierno. La Guardia de Honor del
Presidente Chávez detuvo a tres francotiradores, dos de ellos de la Policía de
Chacao y otro de la Policía Metropolitana (PM). Según las imágenes sesgadas y
montadas que transmitieron los medios de comunicación televisivos, los
manifestantes chavistas que disparaban desde el Puente Llaguno en respuesta al
ataque armado de los PM, fueron responsabilizados por los medios de asesinar a
15 personas de la “marcha pacífica”.
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Parte del plan fue utilizar a la PM de la Alcaldía Mayor para disparar y
arremeter contra la masa humana de chavistas que se encontraba cerca de
Miraflores y así disolverla, con el objetivo impuesto por los golpistas de
entrar a la fuerza al Palacio Presidencial y matar al Presidente Chávez.
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Para evitar que las Fuerzas Armadas actuaran, los generales involucrados en
el golpe neutralizaron el Plan Avila, utilizando para ello los medios.
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Lograron el objetivo deseado: a las seis de la tarde, el general Efraín
Vásquez Velascoanuncia, en un video grabado con antelación y transmitido
posteriormente, que el Ejército no obedecerá al primer mandatario nacional en
vista de la cantidad de “personas muertas y heridas” ocurridas ese día, en una
declaración que fue leída mucho antes de que cayera el primer muerto, según confesión
posterior del corresponsal de CNN, Otto Neustald.
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12 de abril de 2002: Hugo Chávez resiste en Miraflores, se niega a firmar la renuncia que
le exigen y tras la amenaza de los golpistas de bombardear Miraflores, decide
evitar un inminente baño de sangre y se entrega a los complotados. Es arrestado
y desaparecido.
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Los golpistas cierran el canal del estado, VTV, y otros medios alternativos
y comunitarios. Se desata una persecución contra cualquier venezolano que ose
defender al gobierno derrocado.
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Aparece el oligarca Pedro Carmona Estanga, quien acompañado de
políticos de la ultraderecha venezolana y representantes de la Iglesia
Católica, en un acto televisado, se autojuramenta con poderes
plenipotenciarios. Se leyeron los decretos de Constitución del Gobierno
transitorio con los cuales se disolvieron los poderes públicos.
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Liderado por el entonces alcalde del municipio Baruta, Henrique
Capriles, se realiza un asedio y ataque insólito contra la embajada de Cuba
en Caracas, secuestrando a las personas que estaban allí.
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Simultáneamente se produce un silencio informativo mientras las fuerzas de
seguridad arremeten contra el pueblo para acallar toda protesta popular.
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13 de abril de 2002: Un mar de pueblo se levanta y enfrenta la muerte, exigiendo ver a Chávez
vivo, denunciando al mundo el golpe de Estado y haciendo huir, finalmente, a
los usurpadores de Miraflores. La mayoría de los medios privados se niegan a
transmitir la rebelión popular e insólitamente se autocensuran, dejando de
emitir información y hasta dejando de circular, en una vergonzosa conducta que
manchó para siempre el periodismo venezolano.
Stelling
señala que a partir de abril de 2002 se legitimó el “divorcio” entre Chávez y
los medios de comunicación, que se consagraron como operadores políticos el
11-A.
Los
diarios, la radio y la televisión privada de la derecha nacional e
internacional, al creerse triunfadores, paradójicamente y sin proponérselo
registraron para la historia las pruebas de la grave conspiración
antidemocrática que perpetraron.
Tras el
fracaso del golpe fascista, en aquel sábado 13 de abril, los medios privados se
dedicaron luego a ser movilizadores para la conflictividad social, generando un
proceso de inoculación de odio y revancha en una parte de la población
venezolana, que tendrá que ser tema de estudio para comprender las distorsiones
en las conductas futuras de estos sectores sociales.
Fuentes:
http://cienciaconciencia.org.ve/2011/04/11/11-de-abril-2002-un-golpe-de-estado-y-la-fe-de-un-pueblo/
Fuente: VTV/Fuentes/OR/11/04/16
Compilador. William Castillo Pérez
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