jueves, 17 de mayo de 2018

EEUU a contrarreloj continúa conspirando contra la democracia Bolivariana Por Rolando Prudencio Briancon

Óptica socialista
Opinión

A 10 días que se lleven adelante las elecciones en Venezuela, Trump está al borde de un ataque de histeria por su impotencia de no haber logrado hasta ahora que el gobierno democrático venezolano, y el presidente Nicolás Maduro  sea derrocado. Infructuosamente han intentado por todos los medios y por todos los operadores para derrocar; no sólo al gobierno, sino y sobre todo a la Revolución Bolivariana; y claro tal como se dice de la iglesia,… con la Revolución se toparon; o si prefieren con la religión de la Revolución Bolivariana se toparon.


No pudieron desde el momento en que los EE.UU., reactivó la OEA con el más oprobioso y obsecuente operador que ha podido tener, como es Luis Almagro para que se le aplique a rajatabla la Carta Democrática a Venezuela, como fue la intrigante iniciativa de Macri el 2015. Posteriormente la posta la tomó Almagro con una visión más estratégica para Re articular la OEA, en la medida en que en base a una estrategia de derrocamiento de gobiernos progresistas, fue alineando a los gobiernos golpistas y desleales (Temer y Lenin Moreno) a la orientación política de los gobiernos conservadores. Cabe aclarar que también que la falta de convicciones revolucionarias de los gobiernos de izquierda (Kishner y Bachelet), posibilitaron que se hagan del poder gobiernos reaccionarios, como Macri y Piñera.

Lógicamente dentro esa estrategia de derrocar al gobierno venezolano, no dudaron en usar los mercenarios métodos de la “guerra sucia” para su objetivo, y para ese propósito promovieron la violencia fratricida entre venezolanos, como fue la que vivieron los venezolanos a manos de las guarimbas, que durante más de 100 días vivieron en vilo los venezolanos.

Abortada esa posibilidad, una vez que el gobierno la neutralizó con el llamamiento a reafirmar su fe democrática, el presidente Maduro reveló que el secreto ante la sedición era: a más sanciones más elecciones, que fue lo que desbarató el demencial deseo de derrocar la democracia.

Luego se vino el periodo de sanciones contra Venezuela; ya sea financiera, económica, comercial; y ya no sólo de los EE.UU.; sino de Europa, bajo la fementida férula de Rajoy, pero la Revolución Bolivariana no colapsó, y contrariamente continuó su marcha con más convicción democrática.

prudenprusiano@gmail.com

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