jueves, 26 de marzo de 2015

Artículo de opinión. NO NOS VAMOS A DEJAR. Por Mariadela Villanuev






Óptica Socialista
Opinión

 



Tantos y tan  seguidos acontecimientos dificultan tomar distancia para justipreciar los cambios ocurridos en la cultura política  de Venezuela a partir de 1989.   Sin poder predecir en qué van a parar las amenazas imperialistas y cuál va a ser su impacto sobre el proceso bolivariano,  me atrevo  a afirmar que estos cambios, generados fundamentalmente  por el  rechazo a las  condiciones de vida inaceptables, por  las ansias de saber y actuar del pueblo, y por el estímulo y la capacidad didáctica del Comandante Chávez, no pueden sino profundizarse.
En estos años,  la identificación inicial  y emocional de la mayoría de los venezolanos con el líder del  proceso bolivariano, manifiesta en la consigna “Con Hambre y sin empleo con Chávez me resteo”,  se ha ido enriqueciendo con el conocimiento de nuestra  historia, la adopción masiva de la CRBV como guía de vida y las experiencias y enseñanzas teóricas de luchadores, intelectuales y comunicadores, nacionales e internacionales, comprometidos con el socialismo como única salida válida para supervivencia de nuestra especie y el  planeta.   
La mayoría - civil, urbana y empleada - se ha  identificado con los obreros, los campesinos y los pueblos originarios. Los hombres se han solidarizado con las luchas de las mujeres. La  Fuerza Armada Nacional Bolivariana, soporte fundamental de   la unión cívico–militar,  se ha ganado la confianza y el aprecio de sus pares civiles.  Y en general, grupos antes aislados o marginados se han encontrado y han ido entretejiendo vínculos de hermandad.  
Más aún y gracias a la ayuda involuntaria del imperio,  el pueblo ha comprendido, con mayor o menor profundidad, el significado del imperialismo, de la independencia y de la soberanía y ha ido cayendo en cuenta que la posición de unos y otros en la sociedad no es producto de circunstancias individuales sino de las contradicciones propias del sistema capitalista. 
Además el pueblo  venezolano ha extendido su conciencia revolucionaria colectiva. Ha entendido la importancia de la ALBA, la CELAC, UNASUR y PETROCARIBE;  de sus ancestros, de Bolívar, de Martí, de Fidel, de Evo y de Correa para el desarrollo de la  revolución venezolana y para  la consolidación de una Patria Grande comunitaria, digna y soberana.   
Nos falta mucho, sí. Pero, nadie se equivoque, no nos vamos a dejar…

Mariadela Villanueva

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