Óptica
Socialista
Opinión
El salvaje ritual de la ablación en Kenia: La circuncisión femenina, o ablación,
es una intervención consistente en extirpar total o parcialmente los genitales
externos de las niñas: clítoris y labios menores y mayores de la vulva. Se
aplica tradicionalmente en numerosos países del mundo, sobre todo en el África
subsahariana, como un rito de transición a la edad adulta y como una forma de
control y sometimiento de las mujeres, a las que se priva de la capacidad de
sentir placer durante las relaciones sexuales, teóricamente reduciendo las
posibilidades de una infidelidad. Es una práctica brutal y bárbara, no sólo por
sus implicaciones morales, sino porque el procedimiento se realiza de forma
"artesanal", sin ningún tipo de control sanitario y con un riesgo
altísimo de infecciones. Por este motivo, la mayoría de los gobiernos la han
prohibido expresamente. Pero aun así, la costumbre se mantiene en muchos
lugares, sobre todo en zonas rurales. El fotógrafo Siegfried Modola ha
conseguido estar presente durante una de estas operaciones en el territorio de
la tribu Pokot, en el condado de Baringo, en Kenia, país donde se calcula que
el 25% de las mujeres han sido víctimas de este tipo de agresión.
En la Conferencia
de DURBAN (Sudáfrica), no se fue a buscar el consenso entre los seres humanos
que fueron desarraigados e intercambiado por los africanos a los barcos
negreros europeos por cualquier producto suntuario, para después ser llevado a
tierras extrañas, vendidos y sometidos a un proceso de esclavización en tierras
europeas, cuando más bien se debió crear una resolución que avergonzara a los
africanos/africanas, por tal actitud inhumana e impía que elevara la presencia
de los negros y morenos por haberse convertido en sujetos creadores de cultura.
Esto quiere
decir, que en Durban (2001) fueron a limpiarles la cara a los africanos/africanas,
por tales hechos que marcaron un paragón en la historia de la humanidad, puesto
que se dieron el lujo de intercambiar a su propia gente, sin importarles que
eran humanos o familiares (descendientes y ascendientes o colaterales) para solamente
culpar a los europeos de tales hechos y como siempre, seguir fortaleciendo la
matriz de la pobre y subyugada África.
Pero lo más delicado
de todo, es que en Venezuela existen un grupo muy minoritario que se han
convertidos en fanáticos de la africanidad y que se han encargado de imponer el
término por encima del rechazo que le dio el pueblo venezolano en el Censo de Habita y Vivienda realizado en el
2011, lo cual nos lleva a fortalecer la premisa…, que con esos resultados, es
imposible que se quiera imponer el etnónimo de Afro descendiente y menos que se
quiera reconocer el Decenio, pues, si la población total venezolana es
aproximadamente de 28.946.101 aproximadamente (Según Censo de Vivienda y Habita
2.011), solamente se reconocieron como afro descendiente 181.157 (es decir 0.7
por ciento) venezolanos/venezolanas que se consideran descendientes de
africanos y no de venezolanos, demostrándose que ni en los estados que ellos
pensaban que tenían mayoría, fue muy poco el reconocimiento, como por ejemplo…,
en el estados Miranda (42.264 de una población de 2.675165), Carabobo (21.281
de una población 2.245.744) y Aragua (19.874 de una población 1,630.306). Más
de 15 mil en el estado Zulia de una población de 3.704.404, 18.675 se
encuentran en el Distrito Capital de una población de 1.943.901, 3.369, en el
estado Monagas 6.364 de una población de 905.443, en Vargas (6.070 de una población de 352.920,) en
Falcón (5.600 de una población de 9028479), en Bolívar (población 1.410.964 y
5.334 en Anzoátegui (de poblaciòn1.469.747), 5.287 se ubicaron en el estado
Yaracuy, 4.286 en Sucre de una población de 896.291., 2.716 en Mérida, 2.287 en
Nueva Esparta, 2.256 en Guárico, 2.122 en Portuguesa, 2082 en Táchira, 1.790 en
Barinas, 1.383 en Cojedes, 1.206 en Trujillo, 956 en Delta Amacuro, 875 en
Apure, 529 en Amazonas y 16 en Dependencias Federales (Ver Cuadro de la Población Censada 2011 por entidad Federal y
su Tasa de Crecimiento. Fuente INE).
Esto quiere
decir que estas cifras son irrisorias y que no es posible que en nuestro país ,
no se quiera reconocer la presencia de los estratos negros y morenos que
representan más del 52 por ciento de la población venezolana, para darle
reconocimiento al neologismo de “Afro descendiente” que se nos presenta como
anticonstitucional, antehistórico y como una matriz colonizadora que no tiene
cabida en la realidad venezolana..., porque fue muy marcado el rechazo de los
venezolanos/venezolanas en contra del eufemismo de afro descendiente, el cual
fue de manera notaria y transparente en el Censo de Habita y Vivienda del 2011,
llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Lo cual nos llevó
a enarbolar la necesidad de empezar a desmontar las teorías que incentivaron la colonización de la memorias
de los países que ellos llamaron provincia, periferia, Capitanías General y que
hoy los EE:UU, nos llama su patio trasero, aldea única o tercermundista. Por
ello no vimos con buenos ojos que no se haya incluido en el debate que se dio
en Durban, tales posturas (las culturas negras y la morenas), porque se fue con
una idea preconcebida, en el que se minimizo y se olvidó que somos venezolanos,
estamos en la patria de Bolívar y que estos estratos representan la población
mayoritaria en Venezuela, los cuales no se puede echar a un lado, para darle
cabida a un estrato social que solamente logró el 0.7 de la población
venezolana), a pesar de que no se han dado cuenta que la diversidad cultural es
una condición de convivencia y es por ello que la lucha por la autonomía admite
la conciencia de la existencia de otras culturas, así como la conciencia de que
el procesos mismo de experimentar la discriminación o de luchar contra ello, le
suma algo a la cultura propia, en el que se debe ver las condiciones actuales
en las cuales se producen la pérdida de tradiciones, costumbres, adaptaciones o
asimilaciones a otras culturas en condiciones de inequidad, avasallamiento y
cosificación cultural.
Por ello, es
cierto que no estamos viviendo un “encuentro cultural” sino más bien un proceso
de constante usurpación, ocasionado por desigualdades y asimetrías por las
potencialidades de las culturas hegemónicas
por imponerse y determinar las condiciones de este encuentro hacia
modelos civilizatorios totalitarios y hegemónicos.
Sin embargo,
dichas asimetrías y desigualdades, deben llevarse a la arena de la
multiculturalidad y el diálogo
intercultural, e incluso, a un cuestionamiento de la cultura del otro, para no
caer en hegemonismos.
Por tal razón,
tal desafío implica un proceso de reivindicación, reconstrucción, re
identificación, no tanto en base a la
historia de haber vivido, como comunidad, pueblo o nacionalidad discriminada en
una sociedad mestiza, sino de luchar contra la discriminación concreta, contra
la naturalización de las asimetrías sociales cotidianas, contra prejuicios y
exclusiones, contra una sola concepción de lo que es desarrollo, progreso e
institucionalidad modernizada colonial.
Es por ello que
en las posturas que se han ventilado en Venezuela, no se ha buscado la inclusión de todos los que nos encontramos
en los predios de esta gran patria y que nos caracterizamos por poseer una piel
oscura, lo cual llama a la reflexión,
puesto que no se puede hablar de diversidad, cuando no se quiere llegar a
consenso y lo que se ha hecho, es asumir una actitud de ponerse a la saga
contra cualquiera postura que forme parte del gentilicio de la identidad
venezolanas para echar la racionalidad de los hechos histórico (en que se
fundamentó la colonización de la memoria) a un lado, sin internalizar que tales
estratos que se caracterizan por poseer una piel oscura, contaron con el
desprecio de sus originarios (Los africanos que se dedicaban a cazarlos e
intercambiarlos a los barcos negreros europeos.., para que después fueran
trasladados a tiene ajenas y vendidos, para después de ser adquiridos, ser
esclavizados por sus propietarios), los cuales despreciaron su propia
idiosincrasia, aceptaron la del colonizador y cuando fueron a reflexionar, eran
demasiado tarde, porque ya estaban colonizados, conquistados y sometidos a las
implicaciones del poder imperial que para la época se hacían trasparente a
través de la imposición del etnocentrismo de su cultura.
Por tal razones,
creemos que la poca comprensión de los hechos históricos, se convirtió, en una
trabas que impiden el acceso concreto a la verdad, por ser demasiadas cerrada y
excluyente, las cuales sigue impidiendo el buen discernimiento, en el cual
sentimos que sin la presencia de la culturas negras y morenas no se puede
llegar a posiciones mucho más abiertas que permitan superar la camisa de fuerza
de las ideologías colonizadoras…, en donde se hace necesario asumir posición y
establecer el diálogo en fortalecer la etnicidad venezolana y fundamentalmente
la unidad de todos los venezolanos.
Ello nos lleva
hacer una reflexión profunda acerca de desmontar, revisar nuestra propias
posturas y echar a un lado, aquellas que no ayudan a fortalecer todo aquello
que nos enriquece como pueblos que
tenemos orígenes distintos, con historias diferentes y costumbres
diferentes para poder entender que hay
que hacer todo lo posible por buscar esa “unidad en la acción”, a la cual
nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Fría siempre hacía mención y que enarboló
en cada discurso que pronunció, ante de su muerte, porque hay que ver con mucha sutileza que se
hace necesario buscar conceso, en un país que se considera multiétnico,
pluricultural y diverso, pero que además reconoce “…el ejemplo histórico de
nuestro libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros
antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y
soberana…”(Preámbulo de la CBRV), en el que los estereotipados como negros
fuimos reconocidos después de doscientos años de vida republicana, como
“forjadores”, lo cual quiere decir que eran tan inteligentes estos humanos
gregarios (a pesar de tener tal carga histórica negativa que le atribuyó las
culturas europeas) que tuvieron la capacidad de reconocer que se encontraban en
espacios geográficos distintos, aprender sus diferentes idiomas, crear una
toponimia distinta a la original diferente a la de los africanos, europeos e
indígenas, y simplificar todo lo que estaba a su alrededor, para poder
comprender las posturas del colonizador, como sus influencias diversas y
complejas, y como se habían convertido en la clave del empobrecimiento colonial
del que hemos sido víctimas, producto de la imposición de la dominación
occidental.
Por lo tanto, no
podemos aceptar que pese a que la Declaración Universal de Derechos Humanos
establece que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos, el proceso de colonización europea, el genocidio de los pueblos
originarios y el establecimiento de la trata transatlántica como mecanismo para
garantizar la expoliación de los recursos del continente americano con mano de
obra gratuita, aún en la actualidad continúa definiendo y condicionando las
posibilidades de desarrollo de la población americana”, está declaración no
sostiene que de África salieron negros y negras, no menciona la participación
de los africanos/africanas en el negocio de la Trata Negrera y menos, del trato
cruel que le dieron a sus congéneres (se pasa por alto) y de los trecientos
años de olvido después que los africanos intercambiaron y se dedicaron a cazar
como animales a su congéneres, para solamente hacer hincapié en los limitados
avances en materia de discriminación racial que la Asamblea General de las
Naciones Unidad declara el 2011 como el Año Internacional de los Afro
descendientes, en donde no se trata la conducta adoptada y discriminatoria e
inhumana de los africanos, sino solamente la del europeo y por ello, se busca
imponer fortalecer medidas nacionales, como la cooperación regional e
internacional, en beneficio de las personas de ascendencia africana en relación
con el pleno disfrute de los derechos económicos, culturales, sociales, civiles
y políticos, su participación e integración en todos los aspectos políticos,
económicos, sociales y culturales de la sociedad, olvidándose de su
ordenamiento jurídico y que en el caso de Venezuela “La Constitución es la
norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y
los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución” (Ver
el Art. 7 de la CRBV) y que nada puede estar por encima de ella y sobre ello,
hay bastante jurisprudencia de la Sala Constitución del Tribunal Supremos de
Justicia y que recomendamos que es bueno revisar.
Esto quiere decir,
que LA RESOLUCIÓN 68/237 LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU) que
decretó el Decenio de los Afro descendientes, a partir del 01 de enero del año
2015 y que se mantendrá hasta el 31 de diciembre del 2024....,l parecer intenta
imponer ante la legislación interna de cada país, que los afro descendientes
“…representan un grupo específico cuyos derechos humanos deben promoverse y
protegerse; pero además para hacer un mayor hincapié en la significativa
contribución realizada a nuestras sociedades y proponer medidas concretas con el
fin de promover su plena inclusión y luchar contra el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia”, en
el que se olvidan que de África, salieron negros/negras, sin identidad,
tratados como animales, y que en ningún momento fueron considerados
descendientes de africanos y en el que no se quiere reconocer, que mientras
África nos quitó la identidad, América nos la dio y nos reconoció como
ciudadanos/ciudadanas caribeños y americanos. ç
Lo que quiere
decir, que tal Resolución pasa por alto a América para limpiarle la cara a los
africanos y africanas que participaron en el negocio de la trata negrera…,
puesto que no eleva, ni estimula, la condición del americano caribeño de piel
negra, menos su aporte a la americanidad y al problema del conocimiento, porque
los negros se transformaron en sujetos creadores de una cultura diferente a la
africana que posee rasgos propios y que es única en el mundo, porque posee
rasgos indígena, europeos y de los desarraigados africanos, tratados como
negros, animales, como no africanos…., pero lo más delicado, es que no reconoce
el trato impío contra los otros estratos de la sociedad, sometidos al imperio
del capitalismo y no se da cuenta que la discriminación se da por no tenerlos recursos
apropiados para su desarrollo y que ya no solamente los estratos negros/negras
son los discriminados, sino también los indígenas y los blancos pobres (Lo que
quiere decir que la resolución asume una postura racista, discriminatoria y
xenofóbica contra los otros estratos sociales) y en el que no se analizó, la
disyuntiva de los negros ricos Vs. Negros pobres o de las negras blanqueadas
que asumen una posición endorracista.
Solamente se
preocupa por establecer un mandato que
si fuera una especie de estado supranacional..., para establecer que la
comunidad internacional, las organizaciones internacionales y regionales, deben
difundir la Declaración y el Programa de Acción de Durban y la Convención sobre
la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial…, además de reunir
datos estadísticos, Incorporar los derechos humanos en los programas de
desarrollo y honrar y preservar la memoria histórica, sigue dejando a un lado,
la participación de los africanos en el Negocio trasatlántico de la Trata
Negrera y se olvidan del Proceso de Desarraigo que se originó en África y del
trato inhumanos que le dieron a los estratos negros, para darle órdenes a los
estados soberanos para que adopten medidas concretas y prácticas mediante la
aprobación y aplicación efectiva de marcos jurídicos nacionales e
internacionales y de políticas y programas de lucha contra el racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a que
se enfrentan los afro descendientes, teniendo en cuenta la situación particular
de las mujeres, las niñas y los varones jóvenes, como que si ellos fueran, un
poder supranacional.
Por ello
sostenemos que no reconocemos como venezolanos de piel negra y no aceptamos que nos impongan ningún
epíteto, ante del venezolanos, originarios de la república e hijos de nuestro Libertado
Simón Bolívar, del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Fría y de esta gran
nación que se llama Venezuela, lo
cual planteamos con gran integridad y
sin discusión, puesto que somos originarios de la tierra de Bolívar y eso nadie
nos lo va a quitar, porque reconocemos que llevamos la sangre de un Imaginario
libertario que independizo cinco naciones, en el que se puede notar que quienes
asumieron su bandera, tuvieron la capacidad de echar a un lado su linaje,
estatus social, propiedades para ir a hablar con los libertarios Haitianos y
pedir ayuda en pro de la independencia venezolana y no se convirtieron en
parcelas, porque sabían que era necesario
la “unidad en y de la acción”, en el que se comprendió que esos negros,
morenos, pardos o mulatos, se había convertidos en el alma y espíritu de la gesta libertaria, en sujeto crítico,
solidario, cooperativo, autogestionario, bolivariano y no entendemos que se
utilice este momento histórico para imponer postura que no encajan dentro de la
realidad venezolana, en el que se hace necesario con mucha urgencia, fortalecer nuestro autoestima para poder
combatir los argumentos que impusieron tal
condición inhumana que permitió convertir a seres humanos racionales en
sub humanos, depositarlo en asientos y después venderlos como subhumanos o
animales y en el que se debe entender que se hace necesario predicar la
participación organizada sobre la base de la nueva materialidad dentro de la
República que se está formando hoy en Venezuela, encauzada dentro de los
parámetros del socialismo, humanitario y comunitario, porque algo que no
podemos olvidar, es que este proceso bolivariano no sólo produjo un nuevo
individuo, ideológicamente, políticamente, socialmente, culturalmente,
biológicamente y genéticamente, sino que además, la variedad de experiencias
sociales y culturales permitieron reinterpretar nuestras experiencia y procesos
históricos, según nuestras necesidades y consecuencias, en el que unos venezolanos
de color negro y moreno crearon una existencialidad que los llevó a convertirse
en sujetos creadores de cultura, puesto que el aporte que hicieron, marcó un
hito de gran trascendencia en la humanidad y es la única herramienta con que
contamos para elevar nuestro estima y eliminar los vestigios que quedan de la
irracionalidad cometida por quienes se dieron el lujo de alimentar el oficio
impío de cazar a seres racionales y depositaron en asientos para luego venderlos
a los barcos europeos.
Colaboración de Antoniote Días
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