jueves, 26 de marzo de 2015

Artículo de opinión. LO QUE SE ESCONDIÓ EN LA COFERENCIA DE DURBAN Y QUE NOS DEBE DE SERVIR DE EJEMPLO PARA REIVIDICAR A LOS NEGROS/NEGRAS COMO SUJETOS CREADORES DE CULTURA..., . Por Antoniote Días





Óptica Socialista
Opinión
 Mujeres tribales africanas Fotografía editorial



El salvaje ritual de la ablación en Kenia: La circuncisión femenina, o ablación, es una intervención consistente en extirpar total o parcialmente los genitales externos de las niñas: clítoris y labios menores y mayores de la vulva. Se aplica tradicionalmente en numerosos países del mundo, sobre todo en el África subsahariana, como un rito de transición a la edad adulta y como una forma de control y sometimiento de las mujeres, a las que se priva de la capacidad de sentir placer durante las relaciones sexuales, teóricamente reduciendo las posibilidades de una infidelidad. Es una práctica brutal y bárbara, no sólo por sus implicaciones morales, sino porque el procedimiento se realiza de forma "artesanal", sin ningún tipo de control sanitario y con un riesgo altísimo de infecciones. Por este motivo, la mayoría de los gobiernos la han prohibido expresamente. Pero aun así, la costumbre se mantiene en muchos lugares, sobre todo en zonas rurales. El fotógrafo Siegfried Modola ha conseguido estar presente durante una de estas operaciones en el territorio de la tribu Pokot, en el condado de Baringo, en Kenia, país donde se calcula que el 25% de las mujeres han sido víctimas de este tipo de agresión. 

     En la Conferencia de DURBAN (Sudáfrica), no se fue a buscar el consenso entre los seres humanos que fueron desarraigados e intercambiado por los africanos a los barcos negreros europeos por cualquier producto suntuario, para después ser llevado a tierras extrañas, vendidos y sometidos a un proceso de esclavización en tierras europeas, cuando más bien se debió crear una resolución que avergonzara a los africanos/africanas, por tal actitud inhumana e impía que elevara la presencia de los negros y morenos por haberse convertido en sujetos creadores de cultura.
      Esto quiere decir, que en Durban (2001) fueron a limpiarles la cara a los africanos/africanas, por tales hechos que marcaron un paragón en la historia de la humanidad, puesto que se dieron el lujo de intercambiar a su propia gente, sin importarles que eran humanos o familiares (descendientes y ascendientes o colaterales) para solamente culpar a los europeos de tales hechos y como siempre, seguir fortaleciendo la matriz de la pobre y subyugada África.
 Pero lo más delicado de todo, es que en Venezuela existen un grupo muy minoritario que se han convertidos en fanáticos de la africanidad y que se han encargado de imponer el término por encima del rechazo que le dio el pueblo venezolano en  el Censo de Habita y Vivienda realizado en el 2011, lo cual nos lleva a fortalecer la premisa…, que con esos resultados, es imposible que se quiera imponer el etnónimo de Afro descendiente y menos que se quiera reconocer el Decenio, pues, si la población total venezolana es aproximadamente de 28.946.101 aproximadamente (Según Censo de Vivienda y Habita 2.011), solamente se reconocieron como afro descendiente 181.157 (es decir 0.7 por ciento) venezolanos/venezolanas que se consideran descendientes de africanos y no de venezolanos, demostrándose que ni en los estados que ellos pensaban que tenían mayoría, fue muy poco el reconocimiento, como por ejemplo…, en el estados Miranda (42.264 de una población de 2.675165), Carabobo (21.281 de una población 2.245.744) y Aragua (19.874 de una población 1,630.306). Más de 15 mil en el estado Zulia de una población de 3.704.404, 18.675 se encuentran en el Distrito Capital de una población de 1.943.901, 3.369, en el estado Monagas 6.364 de una población de 905.443, en Vargas  (6.070 de una población de 352.920,) en Falcón (5.600 de una población de 9028479), en Bolívar (población 1.410.964 y 5.334 en Anzoátegui (de poblaciòn1.469.747), 5.287 se ubicaron en el estado Yaracuy, 4.286 en Sucre de una población de 896.291., 2.716 en Mérida, 2.287 en Nueva Esparta, 2.256 en Guárico, 2.122 en Portuguesa, 2082 en Táchira, 1.790 en Barinas, 1.383 en Cojedes, 1.206 en Trujillo, 956 en Delta Amacuro, 875 en Apure, 529 en Amazonas y 16 en Dependencias Federales (Ver Cuadro de la  Población Censada 2011 por entidad Federal y su Tasa de Crecimiento. Fuente INE).
       Esto quiere decir que estas cifras son irrisorias y que no es posible que en nuestro país , no se quiera reconocer la presencia de los estratos negros y morenos que representan más del 52 por ciento de la población venezolana, para darle reconocimiento al neologismo de “Afro descendiente” que se nos presenta como anticonstitucional, antehistórico y como una matriz colonizadora que no tiene cabida en la realidad venezolana..., porque fue muy marcado el rechazo de los venezolanos/venezolanas en contra del eufemismo de afro descendiente, el cual fue de manera notaria y transparente en el Censo de Habita y Vivienda del 2011, llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
     Lo cual nos llevó a enarbolar la necesidad de empezar a desmontar las teorías que  incentivaron la colonización de la memorias de los países que ellos llamaron provincia, periferia, Capitanías General y que hoy los EE:UU, nos llama su patio trasero, aldea única o tercermundista. Por ello no vimos con buenos ojos que no se haya incluido en el debate que se dio en Durban, tales posturas (las culturas negras y la morenas), porque se fue con una idea preconcebida, en el que se minimizo y se olvidó que somos venezolanos, estamos en la patria de Bolívar y que estos estratos representan la población mayoritaria en Venezuela, los cuales no se puede echar a un lado, para darle cabida a un estrato social que solamente logró el 0.7 de la población venezolana), a pesar de que no se han dado cuenta que la diversidad cultural es una condición de convivencia y es por ello que la lucha por la autonomía admite la conciencia de la existencia de otras culturas, así como la conciencia de que el procesos mismo de experimentar la discriminación o de luchar contra ello, le suma algo a la cultura propia, en el que se debe ver las condiciones actuales en las cuales se producen la pérdida de tradiciones, costumbres, adaptaciones o asimilaciones a otras culturas en condiciones de inequidad, avasallamiento y cosificación cultural.
       Por ello, es cierto que no estamos viviendo un “encuentro cultural” sino más bien un proceso de constante usurpación, ocasionado por desigualdades y asimetrías por las potencialidades de las culturas hegemónicas  por imponerse y determinar las condiciones de este encuentro hacia modelos civilizatorios totalitarios y hegemónicos.
      Sin embargo, dichas asimetrías y desigualdades, deben llevarse a la arena de la multiculturalidad  y el diálogo intercultural, e incluso, a un cuestionamiento de la cultura del otro, para no caer en hegemonismos.
       Por tal razón, tal desafío implica un proceso de reivindicación, reconstrucción, re identificación,  no tanto en base a la historia de haber vivido, como comunidad, pueblo o nacionalidad discriminada en una sociedad mestiza, sino de luchar contra la discriminación concreta, contra la naturalización de las asimetrías sociales cotidianas, contra prejuicios y exclusiones, contra una sola concepción de lo que es desarrollo, progreso e institucionalidad modernizada colonial.
       Es por ello que en las posturas que se han ventilado en Venezuela, no se ha buscado  la inclusión de todos los que nos encontramos en los predios de esta gran patria y que nos caracterizamos por poseer una piel oscura, lo cual  llama a la reflexión, puesto que no se puede hablar de diversidad, cuando no se quiere llegar a consenso y lo que se ha hecho, es asumir una actitud de ponerse a la saga contra cualquiera postura que forme parte del gentilicio de la identidad venezolanas para echar la racionalidad de los hechos histórico (en que se fundamentó la colonización de la memoria) a un lado, sin internalizar que tales estratos que se caracterizan por poseer una piel oscura, contaron con el desprecio de sus originarios (Los africanos que se dedicaban a cazarlos e intercambiarlos a los barcos negreros europeos.., para que después fueran trasladados a tiene ajenas y vendidos, para después de ser adquiridos, ser esclavizados por sus propietarios), los cuales despreciaron su propia idiosincrasia, aceptaron la del colonizador y cuando fueron a reflexionar, eran demasiado tarde, porque ya estaban colonizados, conquistados y sometidos a las implicaciones del poder imperial que para la época se hacían trasparente a través de la imposición del etnocentrismo de su cultura.
 Por tal razones, creemos que la poca comprensión de los hechos históricos, se convirtió, en una trabas que impiden el acceso concreto a la verdad, por ser demasiadas cerrada y excluyente, las cuales sigue impidiendo el buen discernimiento, en el cual sentimos que sin la presencia de la culturas negras y morenas no se puede llegar a posiciones mucho más abiertas que permitan superar la camisa de fuerza de las ideologías colonizadoras…, en donde se hace necesario asumir posición y establecer el diálogo en fortalecer la etnicidad venezolana y fundamentalmente la unidad de todos los venezolanos.
    Ello nos lleva hacer una reflexión profunda acerca de desmontar, revisar nuestra propias posturas y echar a un lado, aquellas que no ayudan a fortalecer todo aquello que nos enriquece como pueblos  que tenemos orígenes distintos, con historias diferentes y costumbres diferentes  para poder entender que hay que hacer todo lo posible por buscar esa “unidad en la acción”, a la cual nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Fría siempre hacía mención y que enarboló en cada discurso que pronunció, ante de su muerte,  porque hay que ver con mucha sutileza que se hace necesario buscar conceso, en un país que se considera multiétnico, pluricultural y diverso, pero que además reconoce “…el ejemplo histórico de nuestro libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana…”(Preámbulo de la CBRV), en el que los estereotipados como negros fuimos reconocidos después de doscientos años de vida republicana, como “forjadores”, lo cual quiere decir que eran tan inteligentes estos humanos gregarios (a pesar de tener tal carga histórica negativa que le atribuyó las culturas europeas) que tuvieron la capacidad de reconocer que se encontraban en espacios geográficos distintos, aprender sus diferentes idiomas, crear una toponimia distinta a la original diferente a la de los africanos, europeos e indígenas, y simplificar todo lo que estaba a su alrededor, para poder comprender las posturas del colonizador, como sus influencias diversas y complejas, y como se habían convertido en la clave del empobrecimiento colonial del que hemos sido víctimas, producto de la imposición de la dominación occidental.
      Por lo tanto, no podemos aceptar que pese a que la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, el proceso de colonización europea, el genocidio de los pueblos originarios y el establecimiento de la trata transatlántica como mecanismo para garantizar la expoliación de los recursos del continente americano con mano de obra gratuita, aún en la actualidad continúa definiendo y condicionando las posibilidades de desarrollo de la población americana”, está declaración no sostiene que de África salieron negros y negras, no menciona la participación de los africanos/africanas en el negocio de la Trata Negrera y menos, del trato cruel que le dieron a sus congéneres (se pasa por alto) y de los trecientos años de olvido después que los africanos intercambiaron y se dedicaron a cazar como animales a su congéneres, para solamente hacer hincapié en los limitados avances en materia de discriminación racial que la Asamblea General de las Naciones Unidad declara el 2011 como el Año Internacional de los Afro descendientes, en donde no se trata la conducta adoptada y discriminatoria e inhumana de los africanos, sino solamente la del europeo y por ello, se busca imponer fortalecer medidas nacionales, como la cooperación regional e internacional, en beneficio de las personas de ascendencia africana en relación con el pleno disfrute de los derechos económicos, culturales, sociales, civiles y políticos, su participación e integración en todos los aspectos políticos, económicos, sociales y culturales de la sociedad, olvidándose de su ordenamiento jurídico y que en el caso de Venezuela “La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución” (Ver el Art. 7 de la CRBV) y que nada puede estar por encima de ella y sobre ello, hay bastante jurisprudencia de la Sala Constitución del Tribunal Supremos de Justicia y que recomendamos que es bueno revisar.
     Esto quiere decir, que LA RESOLUCIÓN 68/237 LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU) que decretó el Decenio de los Afro descendientes, a partir del 01 de enero del año 2015 y que se mantendrá hasta el 31 de diciembre del 2024....,l parecer intenta imponer ante la legislación interna de cada país, que los afro descendientes “…representan un grupo específico cuyos derechos humanos deben promoverse y protegerse; pero además para hacer un mayor hincapié en la significativa contribución realizada a nuestras sociedades y proponer medidas concretas con el fin de promover su plena inclusión y luchar contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia”, en el que se olvidan que de África, salieron negros/negras, sin identidad, tratados como animales, y que en ningún momento fueron considerados descendientes de africanos y en el que no se quiere reconocer, que mientras África nos quitó la identidad, América nos la dio y nos reconoció como ciudadanos/ciudadanas caribeños y americanos. ç
      Lo que quiere decir, que tal Resolución pasa por alto a América para limpiarle la cara a los africanos y africanas que participaron en el negocio de la trata negrera…, puesto que no eleva, ni estimula, la condición del americano caribeño de piel negra, menos su aporte a la americanidad y al problema del conocimiento, porque los negros se transformaron en sujetos creadores de una cultura diferente a la africana que posee rasgos propios y que es única en el mundo, porque posee rasgos indígena, europeos y de los desarraigados africanos, tratados como negros, animales, como no africanos…., pero lo más delicado, es que no reconoce el trato impío contra los otros estratos de la sociedad, sometidos al imperio del capitalismo y no se da cuenta que la discriminación se da por no tenerlos recursos apropiados para su desarrollo y que ya no solamente los estratos negros/negras son los discriminados, sino también los indígenas y los blancos pobres (Lo que quiere decir que la resolución asume una postura racista, discriminatoria y xenofóbica contra los otros estratos sociales) y en el que no se analizó, la disyuntiva de los negros ricos Vs. Negros pobres o de las negras blanqueadas que asumen una posición endorracista.
        Solamente se preocupa por establecer un mandato que  si fuera una especie de estado supranacional..., para establecer que la comunidad internacional, las organizaciones internacionales y regionales, deben difundir la Declaración y el Programa de Acción de Durban y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial…, además de reunir datos estadísticos, Incorporar los derechos humanos en los programas de desarrollo y honrar y preservar la memoria histórica, sigue dejando a un lado, la participación de los africanos en el Negocio trasatlántico de la Trata Negrera y se olvidan del Proceso de Desarraigo que se originó en África y del trato inhumanos que le dieron a los estratos negros, para darle órdenes a los estados soberanos para que adopten medidas concretas y prácticas mediante la aprobación y aplicación efectiva de marcos jurídicos nacionales e internacionales y de políticas y programas de lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a que se enfrentan los afro descendientes, teniendo en cuenta la situación particular de las mujeres, las niñas y los varones jóvenes, como que si ellos fueran, un poder supranacional.
       Por ello sostenemos que no reconocemos como venezolanos de piel negra  y no aceptamos que nos impongan ningún epíteto, ante del venezolanos, originarios de la república e hijos de nuestro Libertado Simón Bolívar, del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Fría y de esta gran nación que se llama Venezuela,  lo cual  planteamos con gran integridad y sin discusión, puesto que somos originarios de la tierra de Bolívar y eso nadie nos lo va a quitar, porque reconocemos que llevamos la sangre de un Imaginario libertario que independizo cinco naciones, en el que se puede notar que quienes asumieron su bandera, tuvieron la capacidad de echar a un lado su linaje, estatus social, propiedades para ir a hablar con los libertarios Haitianos y pedir ayuda en pro de la independencia venezolana y no se convirtieron en parcelas, porque sabían  que era necesario la “unidad en y de la acción”, en el que se comprendió que esos negros, morenos, pardos o mulatos, se había convertidos en el alma y espíritu  de la gesta libertaria, en sujeto crítico, solidario, cooperativo, autogestionario, bolivariano y no entendemos que se utilice este momento histórico para imponer postura que no encajan dentro de la realidad venezolana, en el que se hace necesario con mucha urgencia,  fortalecer nuestro autoestima para poder combatir los argumentos que impusieron tal  condición inhumana que permitió convertir a seres humanos racionales en sub humanos, depositarlo en asientos y después venderlos como subhumanos o animales y en el que se debe entender que se hace necesario predicar la participación organizada sobre la base de la nueva materialidad dentro de la República que se está formando hoy en Venezuela, encauzada dentro de los parámetros del socialismo, humanitario y comunitario, porque algo que no podemos olvidar, es que este proceso bolivariano no sólo produjo un nuevo individuo, ideológicamente, políticamente, socialmente, culturalmente, biológicamente y genéticamente, sino que además, la variedad de experiencias sociales y culturales permitieron reinterpretar nuestras experiencia y procesos históricos, según nuestras necesidades y consecuencias, en el que unos venezolanos de color negro y moreno crearon una existencialidad que los llevó a convertirse en sujetos creadores de cultura, puesto que el aporte que hicieron, marcó un hito de gran trascendencia en la humanidad y es la única herramienta con que contamos para elevar nuestro estima y eliminar los vestigios que quedan de la irracionalidad cometida por quienes se dieron el lujo de alimentar el oficio impío de cazar  a seres racionales y  depositaron en asientos para luego venderlos a los barcos europeos.

Colaboración de Antoniote Días

No hay comentarios.:

Publicar un comentario