sábado, 18 de agosto de 2018

Artículo de opinión. La derecha mayamera ya reconoce que su gente preparó el ATENTADO contra el Presidente Maduro. Por José Sant Roz

Óptica Socialista
Opinión

La derecha mayamera ya reconoce que su gente preparo el atentado contra  del mandatario en un fracasado intento de asesinato. Uno de los hombres que participó en la reunión de abril en Bogotá dijo en una entrevista que creía que las personas que se reunieron con su grupo eran los autores de la intentona.

Su grupo, que incluía a miembros de todas las ramas de las fuerzas armadas venezolanas, más tarde fue infiltrado por los servicios de inteligencia del gobierno de Caracas. Varias docenas fueron arrestados y las autoridades desbarataron el intento más serio de derrocar a Maduro en los cinco años que lleva en el poder. El plan se llamó Operación Constitución. El hombre en cuestión sigue fuera de Venezuela.

Su teoría de quién estuvo detrás del ataque con los drones es una de varias pistas que comienzan a surgir sobre los autores del atentado del 4 de agosto.

El gobierno venezolano también sabe algunas cosas sobre los conspiradores y alega el que financió la operación fue Osmán Delgado, un venezolano que vive en Miami y quien está vinculado con un ataque a una base militar en el 2017. No fue posible contactar a Delgado para que comentara al respecto.

El gobierno venezolano ha dado a conocer grabaciones de audio de lo que parecen ser los confabulados el día del atentado. Las grabaciones revelan una reunión caótica en que los integrantes pelean y se critican por no reportarse, por no hablar con suficiente fuerza y no anunciar que el ataque durante la ceremonia militar ya había comenzado.

En un momento puede escucharse a uno de los supuestos conspiradores dando instrucciones sobre cómo operar los drones. Más tarde, otro pide conocer el estatus del grupo una vez que los drones estaban en el aire. “¡Diga algo! ¡Todo está muy tranquilo!”, se escucha decir a una mujer.

El gobierno parece estar usando la intentona para deshacerse de opositores políticos que quizás no tengan nada que ver con el atentado, una técnica que ha usado en el pasado. En ocasiones, el gobierno ha arrestado a opositores y los ha acusado de sabotaje en medio del colapso de la economía y los servicios básicos. En el pasado, estos planes fueron casi todos inventados por razones políticas, pero ahora son reales con mayor frecuencia.

En las últimas dos semanas, el gobierno ha anunciado el arresto de dos altos miembros de la Guardia Nacional, un legislador y casi una docena de otras personas, muchas de menos de 30 años.

El grupo de derechos humanos Organización Justicia Venezolana dice que en estos momentos hay 150 militares, hombres y mujeres, detenidos.

Un grupo que se atribuye la responsabilidad del atentado de este mes es una red de activistas en línea llamada Soldados de Franela, por la prenda de vestir con que los manifestantes callejeros se cubren el rostro. Sin embargo, el conspirador que logró escapar no piensa que son con quienes se reunió en Bogotá.

Lo que está claro es la profundidad de la desesperanza que se propaga por toda Venezuela en momentos que el país se convierte en un estado fallido sin ley donde la delincuencia manda; los que pueden se marchan y dejan atrás el hambre que acosa a los 30 millones de habitantes del país. Durante los últimos 12 meses ha habido varias rebeliones a menor escala, en lo fundamental sin relación entre sí.

Funcionarios dicen que quizás hasta 34 personas, entre ellas líderes de la oposición y ex estudiantes que participaron en las protestas masivas, participaron en el ataque con drones. Maduro salió ileso, pero buena parte del país vio lo ocurrido en la televisión en vivo, mientras cientos de soldados rompían filas para escapar en medio de las explosiones, que no se vieron, algo profundamente vergonzoso para el gobierno.

Entre los detenidos hay un general y un coronel de la Guardia Nacional, y el legislador, Juan Requesens, quien ha sido acusado de intento de homicidio y traición. El gobierno ha dado a conocer un video de Requesens, de 29 años, en que aparentemente se le ve respondiendo a un interrogador y reconociendo que participó en el plan. El partido de Requesens dice que lo drogaron y lo coaccionaron. Otro video filtrado por sus partidarios lo muestran en un estado físico deplorable, casi desnudo y lo que parece ser ropa interior sucia.

Las autoridades están buscando a 20 sospechosos adicionales, entre ellos un legislador en el exilio, quienes están en varios países de América Latina y en Estados Unidos.

El gobierno ha identificado como uno de los líderes de la intento a Julio Borges, ex jefe del Parlamento de Venezuela, controlado por la oposición, quien huyó a Colombia hace unos meses. Borges ha negado su participación en el golpe y dijo que los ataques fueron perpetrados desde dentro del propio gobierno.

Soldados de Franela se formó después de ola de protestas antigubernamentales del 2014. Su página digital y cuentas de redes sociales han sido populares entre los manifestantes y grupos de resistencia para recibir información actualizada sobre las protestas y noticias críticas del gobierno.

En el 2017, Soldados de Franela comenzó a diseminar mensajes y videos de Óscar Pérez, un policía de élite que tomó el control de un helicóptero y exhortó a los venezolanos a levantarse contra el gobierno. Fuerzas de seguridad lo mataron en enero en un enfrentamiento a tiros que duró varias horas y que se trasmitió en parte por las redes sociales.

Uno de los líderes de Soldados de Franelas, quien dijo llamarse Gregory, confirmó la muerte de Pérez el día de los hechos en una entrevista con CNN en Español. Cualquiera que haya sido su papel en el más reciente ataque, dijo, el grupo está creciendo.

“Esto no es una derrota”, dijo. “El gobierno quiere verlo como un trofeo, pero somos muchos más. Somos miles”.

Los redactores Fabiola Zerpa y Noris Soto, de Bloomberg, contribuyeron a este reportaje.

José Sant Roz

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