Óptica
Socialista
Opinión
Vistas por internet y oídas en
cualquier parte, hechas por escuálidos y
no escuálidos, en colas, y reuniones:
1. Yo
he visto unas bolsas que da el gobierno,
con apenas tres artículos, ¿Ud. cree que eso alcance?
2. ¿Cuándo
llegará el Clap a mi sector?, eso es
otra mentira de Maduro
3. Dos
Bolsas de comida no alcanzan para nada.
4. En
esas bolsas faltan artículos; jamón, queso, carne, etc.
Lo
anterior muestra la deficiente responsabilidad del ciudadano común, para cuidar
y defender su familia y su patria. Este deber u obligación de alta pertinencia,
se logra con conciencia y la conciencia se adquiere con conocimiento, y mucho
amor por el género humano, la patria y el planeta. Pero, sí la ignorancia
supina, hace presa del proceder del pueblo común, tal vez, por la convicción
arraigada en él, de ser simplemente un receptor y, no una persona proactiva y generadora de soluciones, en suma, ser un
ciudadano protagónico y participativo. Esa irresponsable actitud, le hace incurrir
en discernimientos desacertados.
Esa
sublime tarea de cuidar y defender su familia y su patria, soberanamente, ésta
reservada, al Poder Público, categoría
que le es otorgada constitucionalmente por la revolución bolivariana. Sí el
ciudadano, no adquiere prontamente la conciencia suficiente, que le permita, internalizar
el objetivo del proceso revolucionario que estamos impulsando, y conocer a
plenitud cómo funciona el Estado nacional, entender el rol de las
instituciones, cómo éstas están regidas por el marco legal supremo de la Patria
que es la Constitución Nacional, será muy difícil revertir la percepción
negativa, que se ha imbricado en la mente de los ciudadanos, contra la revolución
bolivariana y socialista. De persistir en este errado proceder, ello,
definitivamente podría destruir nuestro proceso revolucionario y alejarnos de
la sublime Justicia Social.
Existen
muchos, quienes dicen en sus lamentos: -Yo, antes, cuando iba a comprar harina de maíz, leche, aceite,
pasta, siempre encontraba esos productos en los estantes y no hacía colas. –Ahora,
tengo que hacer colas y al final no
encuentro nada en los estantes de los comercios y, aunque tengo dinero para
comprar, no puedo hacerlo. Pero también, el ciudadano debe tomar en cuenta, que
a pesar de ese contratiempo, hoy tiene esperanza, tiene dignidad, tiene Patria,
incluso tiene poder adquisitivo, la diferencia, es que los comerciantes y la
derecha oligárquica, que no tiene el poder político en el país; se asociaron
para arrebatarte ese poder al pueblo. ¿Cómo lo han hecho? Bien, propinándole
esa guerra económica total, acompañada de una campaña mediática, que culpa al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro
de los problemas causados por la agresión que ellos mismos –la derecha- le
perpetra al pueblo, con el objetivo de lograr, que él mismo destruya su
revolución. Ya lograron la primera fase con la derrota del 6 de diciembre del
año pasado, que incrustó un cuerpo
extraño en el propio seno del Poder Público, con la mayoría parlamentaria.
Hoy,
tú, mi digno conciudadano, en revolución, tienes la oportunidad que no tuviste
en la cuarta república, para adquirir enseñanzas que te permitan identificar al
enemigo, reconocer sus tácticas, sus estrategias, estar al tanto de su
capacidad para crear maldad. Ello en consecuencia te dará la experticia suficiente,
para crear todo antídoto contra la agresión de la derecha. Para ello, tú debes
ser, ese otro ser cultural, que actúa motivado con una auténtica cosmovisión,
con procedimientos fundamentados en tu propia cultura. No debes ser ese humano animalado y aberrado, que responde la
agresión según el guión que induce el agresor, que no es otro que culpar a la
revolución de los males creados por el enemigo, y el consecuente y constante
ataque a tu benefactora revolución bolivariana.
El
pueblo venezolano debe lograr un cambio drástico de la cultura pro capitalista
a la cultura Socialista, para ello debe sanar su conciencia, limpiándola de
tanta mala semilla insertada durante
siglos de humillación, exclusión,
oprobio y sumisión, para transmutar
sufrimiento por tranquilidad, humillación por dignidad, guerra por paz, y más.
Para ello debe contextualizar ambas culturas contrapuestas, por un lado un
capitalismo, depredador, egoísta, exterminador, desplazador, excluyente. Y por
otro lado, un socialismo humano, proveedor
de la mayor justicia social, amante del planeta y la vida en su conjunto.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA Y SOBERANA!
¡CHÁVEZ
VIVE!
¡LA
PATRIA SIGUE!
¡VIVIREMOS
Y VENCEREMOS!
William
Castillo Pérez (el indio)
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