lunes, 27 de marzo de 2017

CIDH protege intereses imperialistas sobre los derechos del pueblo latinoamericano

http://www.misiondignidadhumana.blogspot.com
Óptica Socialista
Noticias internacionales


Caracas, 24 Mar. AVN.- Aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fue creada para promover la protección de los derechos humanos en el continente, sus actuaciones muestran que históricamente ha respondido a los intereses imperialistas.
Lamentablemente, los pueblos latinoamericanos no han podido contar con defensa y resguardo de esta institución, y por el contrario han visto como ha respaldado acciones violentas, crímenes  y golpes de Estado en la región.
En el caso de Venezuela, la CIDH no se pronunció ante masacres tan connotadas como la que ocurrió en 1982, cuando un contingente de 400 funcionarios y efectivos formaron parte de la operación en la que aviones de la Fuerza Aérea lanzaron bombas y dispararon artillería pesada contra el campamento guerrillero que celebraba el pleno del frente, en la zona de Changurriales, cerca de Cantaura, municipio Freites del estado Anzóategui.
La corte tampoco actuó frente a la masacre de Yumare, en 1986, en la que nueve dirigentes sociales fueron capturados y posteriormente asesinados por un comando de la Disip, a las órdenes del entonces comisario Henry López Sisco.
La misma negligencia se produjo frente a los asesinatos de más de 50 estudiantes que se registraron en Caracas, entre 1990 y 1991, y que fueron perpetrados por la desaparecida Policía Metropolitana, y frente al asalto y tortura de los trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), a manos de los comandos de la antigua Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip),bajo la batuta del terrorista Luis Posada Carriles, hoy prófugo en Estado Unidos.
Diez años transcurrieron para que la Corte Interamericana, fijara postura sobre los sucesos ocurridos durante el 27 de febrero de 1989, y los días sucesivos al llamado Caracazo, estallido social considerado como el mayor genocidio cometido por la Cuarta República contra el pueblo de Venezuela.
Tuvo que producirse la llegada al poder del comandante Hugo Chávez, para que la CIDH decidiera, el 11 de noviembre de 1999, reconocer la violación del derecho a la vida, la libertad e integridad personal, las garantías y protección judicial de 44 víctimas presentadas por la organización no gubernamental Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero y Marzo 1989 (Cofavic).
La cantidad de civiles fallecidos durante estos días es incalculable, sin embargo, se presume que al menos 3.000 personas fueron masacradas por las fuerzas represivas del gobierno puntofijista de Carlos Andrés Pérez (CAP), pese a que el entonces ministro de Justicia, Ítalo del Valle Alliegro, aseguraba que eran sólo 300.
Esta instancia tampoco expresó su condena al golpe de Estado perpetrado por la derecha venezolana contra el mandato constitucional del comandante Chávez, ni frente a las violaciones de derechos humanos del pueblo que se produjeron en estos sucesos en los que se rompió el orden constitucional.
A lo largo de su historia,  la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha avalado otros golpes de Estados en la región. Nunca se pronunció contra la dictadura de la dictadura de la familia Somoza, instaurada en Nicaragua desde 1934, pero sí condenó a la Revolución Sandinista. Tampoco actuó frente al golpe de Estado perpetrado contra Manuel Zelaya, en Honduras en 2009.
Cuando este viernes 24 de marzo se conmemora el Día Internacional del Derecho a la Verdad con relación a Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas, es preciso recordar que, a pesar de que Estados Unidos no forma parte del tratado de la CIDH, ya que nunca lo firmó, la sede de la corte está en Washington, y responde a los intereses injerencistas e imperialistas de este país.
Caracazo 27 de febrero de 1989 / Fotos: Francisco Solorzano

Fuente: AVN/27/03/17
Compilador. William Castillo Pérez

No hay comentarios.:

Publicar un comentario