Óptica
Socialista
Opinión
Los múltiples frentes de
guerra abiertos contra Venezuela exigen que todas y todos los venezolanos que queremos
nuestro país, especialmente los comprometidos con la construcción del
socialismo, cerremos filas con el Presidente Maduro. Tenemos que activarnos y
apoyarlo para impedir que la oposición llegue
al poder, aplique el paquete neoliberal,
propiciado por los capos financieros del mundo e implementado por los organismos operativos
internacionales, y nos bañe de sangre y
miseria.
Ya en 1820, John Adams el segundo
presidente de los EEUU declaró: “Hay dos maneras de conquistar y esclavizar a
una nación. Una es la espada y otra es la deuda”. Eso sin imaginarse el
control que sobre los gobiernos,
incluido el estadounidense, y los demás
sectores de la economía alcanzaría lo
que Ellen Brown llama la Telaraña de la Deuda. Venezuela, al igual que los demás países dependientes de las potencias capitalistas, no escapa de esta red, aun cuando su condición
de país petrolero le ha permitido cruzar períodos de gran liquidez y menor endeudamiento,
aprovechados en favor de unos pocos, hasta la llegada del Comandante Chávez.
Pero hoy, la baja inducida de los precios del crudo
nos obliga a despertar y mirar hacia el Sur y no hacia la fiambrera como dijera
el sabio Pepe Mujica. Nos obliga a adoptar medidas que generen la mayor
cantidad de recursos propios posible, den sustento firme al avance hacia el
socialismo y reduzcan
el impacto negativo de la
Telaraña de la Deuda sobre los logros alcanzados
No podemos confiar en empresas
privadas cuya razón de ser es producir la mayor ganancia posible a sus
accionistas, generalmente vinculados a firmas trasnacionales. Tenemos que implementar
medidas creativas para fortalecer nuestra capacidad financiera y
nuestra base productiva; entre otras emprender la Campaña Admirable contra la
Guerra Económica propuesta por Luis
Brito García.
Garantizar el futuro de la revolución
pasa por fortalecer el poder popular, racionalizar el consumo, reducir y nacionalizar
la producción bienes prioritarios, nacionalizar la importación y distribución al mayor, prepararnos
para la nacionalización del sector financiero, y sincerar el precio de la gasolina, empezando
quizás por la utilizada por vehículos
particulares.
Unidad, Lucha, Batalla y Victoria
Mariadela Villanueva
mariadelav@gmail.com
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