Óptica Socialista
Opinión
No son pocos los que dirían que el título más acertado debió ser “Obama reacomoda el cerco contra Maduro”. Nada más errado, por cuanto ambos presidentes representan a un país y un gentilicio.
La política aplicada bajo el Gobierno de Barack Husseín Obama, ha sido agresiva, hostil e injerencista contra Venezuela.
El uno, con un perfil psicológico bien peculiar, como hombre afrodescendiente, con pena étnica y anhelos de blanquearse, de origen musulmán del que reniega, atracción por el genocidio y ejecutor de múltiples de ellos (superando a Adolf Hitler en el número de víctimas), sangre fría y premio nobel de la paz; el otro, obrero, conductor de autobús, formado políticamente en el pensamiento de izquierda, hechura ideológica del comandante Hugo Chávez y empeñado en hacer posible la vida y la paz, por el buen vivir y el vivir bien.
Ambos, con sus perfiles psicológicos diferenciados, con sus cavernas y miserias, además de sus virtudes, definen la política de sus pueblos, que en definitiva, son los que llevan el peso de las consecuencias de cada uno de sus gobernantes.
En este sentido, tenemos que la política aplicada bajo el Gobierno de Barack Husseín Obama, ha sido agresiva, hostil e injerencista contra Venezuela, al punto de decretar una “Orden Ejecutiva”, que sabemos ejecutará antes de salir del Gobierno, al menor descuido y cuando logre doblar el brazo al Estado que preside Nicolás Maduro.
Obama ejecutará sus artimañas con toda una política de boicot, que ha orientado, desde fuera y a lo interno de la geografía venezolana. Aplicó el boicot económico, por la vía energética, con la explotación de petróleo de esquisto o fracking, para tumbar el precio del barril, en una jugada contra Rusia, Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela y el resto de los países miembros de la OPEP.
Como la vía del boicot del precio del barril de petróleo le está mermando sus reservas, el Gobierno de Barack Husseín Obama, recurrió al boicot económico, intentando penetrar el mercado de China, para implosionarla y liquidar su radio de influencia y acción en América Latina y el Caribe, jugada que le salió torcida, porque el Gobierno de la República Popular China, el llamado “lunes negro” devaluó su moneda y no fueron pocas las “inversiones golondrina” que quebraron, obligando a que la llamada Reserva Federal estadounidense se pusiera al descubierto, por cuanto es un cascarón vacío, sin soporte real, sólo papel inorgánico de dólares, hecho que pone en una situación muy riesgosa, no sólo al Gobierno, sino a todo el pueblo estadounidense.
En EE.UU. pasarían del default a su atomización y anarquía, que se ha agudizado con el genocidio racial que ha venido aplicando como política, con el asesinato de jóvenes afrodescendientes.
Por estas razones, con la cualidad parasitaria imperial del Gobierno estadounidense y frente a la amenaza que representa el nuevo mundo, multicéntrico y pluripolar, con los países del BRICS, el ALBA-TCP, la UNASUR y PetroCaribe, el Gobierno de Barack Husseín Obama está reacomodando sus maniobras tácticas, para dar el zarpazo contra el Gobierno que preside Nicolás Maduro, como una necesidad impostergable, que le garantice su hegemonía imperial sobre la región, además del control del crudo venezolano.
Por otra parte, el obrero presidente, Nicolás Maduro, ha enfrentado todos los embates planificados desde el Gobierno estadounidense y su embajador norteamericano en Venezuela, con el apoyo de países aliados de la OTAN y los Estados títeres de Colombia y Guyana.
Nicolás Maduro no ha incurrido en la provocación belicista del vecino presidente, David Granger, del hermano país Guyana. El Esequibo es suelo venezolano y así seguirá siendo.
Por otra parte, el Caín de Colombia, Juan Manuel Santos, con la vanguardia de paramilitares como punta de lanza, siguiendo instrucciones directas del Gobierno estadounidense en sociedad con la rancia oligarquía neogranadina, ahora se apresta a abrir una cruzada de conflictos bélicos contra Venezuela, que justifiquen la intervención genocida de EE.UU., que posee las siete bases militares en suelo colombiano.
Mientras tanto, Ollanta Humala, para coger un segundo aire y dado su desprestigio y rechazo del pueblo peruano a su Gobierno neoliberal y al servicio imperial, busca congraciarse con Barack Husseín Obama, interviniendo y prestando toda la logística posible a los movimientos conspirativos e insurreccionales contra Nicolás Maduro, así como lo ha venido haciendo, bajo sombra, el Gobierno que preside Michel Bachelett, primero contra el Comandante Hugo Chávez y, ahora, contra el presidente obrero.
Todas esas maniobras tácticas, han sido conjuradas y seguirán siéndolo, por la política internacional, decidida, racional y acertada, de Nicolás Maduro.
A lo interno de la República Bolivariana de Venezuela, la guerra económica de la que ha sido víctima el pueblo, no ha podido levantar insurrecciones o protestas callejeras que les permitan a los opositores activar las guarimbas como se los ha ordenado un señor de la embajada estadounidense en Venezuela, aunque en los últimos días, estos conspiradores están haciendo un esfuerzo sobrehumano, con paramilitares regados por Venezuela y pseudo estudiantes, que son asesinos formados, entrenados y equipados para fines macabros, como los que hemos presenciado en los dos últimos años.
Aunque, igualmente, son intentos fallidos, gracias a la política de paz y la Operación para la Liberación del Pueblo (OLP), que ha liberado a la población decente y trabajadora de la violencia de estos grupos delincuenciales, que hacen de su política oposicionista el negocio de la violencia y muerte.
Aún con toda la conspiración a lo interno de Venezuela, dirigida y financiada por el Gobierno de Barack Husseín Obama, el presidente Nicolás Maduro, ha fortalecido la unidad de la mayoría de los venezolanos y está imponiendo la cultura de la paz, la del “buen vivir” y el “vivir bien”, como destino que ha de caracterizar a la revolución bolivariana, socialista y chavista en Venezuela.
Twitter del escritor: @l2pino2
Fuente: telesurtv.net/ http://www.telesurtv.net/bloggers/EE.UU.-reacomoda-cerco-contra-Venezuela-20150914-0001.html.
Compilador. William Castillo Pérez
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