Óptica Socialista
Opinión
A escasas horas de la celebración en Santiago de Cuba de los
60 años del asalto al cuartel Moncada, la ciudad y sus gentes confirman
la nobleza y la lealtad impresos en su escudo primigenio como baluartes
acentuados durante casi cinco siglos.
El sello de "muy noble y muy leal" le fue conferido por Real Cédula
del 14 de febrero de 1712 y con el tiempo, otros muchos títulos y
calificativos le fueron adjudicados, al igual que mucha poesía y canción
la han tenido como fuente inspiradora.
Desde enero de 1984 ostenta la condición de Heroína de la República y es denominada también como Cuna de la Revolución, en atención a su protagonismo en las gestas liberadoras que tuvieron como colofón el anuncio, desde los balcones de su Ayuntamiento, del triunfo insurreccional ante el gobierno tiránico de Fulgencio Batista, a mediados del pasado siglo.
Aquel 1 de Enero de 1959, muchos de los jóvenes que casi seis años antes habían atacado la segunda fortaleza militar del país, volvían a la urbe desde las montañas orientales a proclamar la victoria y el inicio de un proceso de transformaciones para dejar atrás el desolador panorama económico, político y social de la Cuba de entonces.
"Rebelde ayer, hospitalaria hoy y heroica siempre" son sin dudas las palabras que mejor identifican a la villa, la cual se precia también de su condición caribeña y de su especial entramado entre las montañas y el mar.
Estampa "criolla y policromada" la llamó en una de sus canciones el inmenso músico cubano Benny Moré. Proclive a los movimientos telúricos como ninguna otra urbe cubana, el calor humano rivaliza con las proverbiales altas temperaturas, que se están "luciendo" por estos días.
En ella, desde cualquier esquina el paisaje se tiende a los pies del transeúnte en una mezcla luminosa donde los tejados multicolores terminan abrazados al azul de la bahía y el verde cinturón de las serranías circundantes.
Como un don congénito, el santiaguero sube, baja lomas, las esquiva cuando puede o las atraviesa para atenuarlas, en un enfrentamiento amigable y tenaz que delinea aquí la existencia cotidiana.
De ahí venga quizás esa tenacidad, puesta a prueba una y otra vez ante desastres naturales y las veleidades de los hombres. Ya, en su historia, los daños dejados por terremotos e incendios inscriben una huella de perseverante resistencia.
En la madrugada del 24 de octubre de 2012, las ráfagas violentas del huracán Sandy sometieron de nuevo a sus hombres y mujeres ante la disyuntiva de levantarse desde bien abajo. Ya desde entonces, la celebración de las seis décadas del ataque al Mincada, situaba en el horizonte un propósito de avances y mejoramiento.
Por eso, las jornadas de rehabilitación de los servicios básicos y de regreso a la normalidad posible tras la devastación del meteoro, marcharon parejas a las faenas para llegar a la efeméride con una provincia y una ciudad más prósperas, dignas anfitrionas del acontecimiento.
Así, en estos nueve meses no se renunció a ninguno de los eventos culturales o científicos, nacionales e internacionales, que la tienen como sede. Hubo Simposio de Comunicación Social, con participantes de los cinco continentes, Feria Cubana del Libro que cerró aquí sus últimas jornadas y XXXIII Festival de las Artes del Caribe.
Aunque la construcción de viviendas sigue siendo la tarea mayor porque el perjuicio en ese sector fue el de más fuerte impacto para los santiagueros, otro de los vórtices del empeño mejorador de los últimos meses se situó en el área monumental 26 de julio, con el otrora cuartel como punto focal.
Las primeras manos solidarias tendidas a los santiagueros allende el mar fueron latinoamericanas. Venezuela fue la iniciadora en el envío de ayuda y le siguieron otras naciones del continente.
Justamente en este sitio, rodeado por numerosas edificaciones patrimoniales relacionadas con la efeméride, tendrá lugar este viernes el acto central, que estará presidido por el presidente Raúl Castro y en el cual participarán varios mandatarios de la región, especialmente invitados.
Hoy cumple la ciudad 498 años; mañana, celebrará seis décadas que confirman su nobleza y lealtad en el devenir cubano.
Fuente: http://bit.ly/137tcYO/Telesur/25/07/13
Compilador. William Castillo Pérez
Desde enero de 1984 ostenta la condición de Heroína de la República y es denominada también como Cuna de la Revolución, en atención a su protagonismo en las gestas liberadoras que tuvieron como colofón el anuncio, desde los balcones de su Ayuntamiento, del triunfo insurreccional ante el gobierno tiránico de Fulgencio Batista, a mediados del pasado siglo.
Aquel 1 de Enero de 1959, muchos de los jóvenes que casi seis años antes habían atacado la segunda fortaleza militar del país, volvían a la urbe desde las montañas orientales a proclamar la victoria y el inicio de un proceso de transformaciones para dejar atrás el desolador panorama económico, político y social de la Cuba de entonces.
"Rebelde ayer, hospitalaria hoy y heroica siempre" son sin dudas las palabras que mejor identifican a la villa, la cual se precia también de su condición caribeña y de su especial entramado entre las montañas y el mar.
Estampa "criolla y policromada" la llamó en una de sus canciones el inmenso músico cubano Benny Moré. Proclive a los movimientos telúricos como ninguna otra urbe cubana, el calor humano rivaliza con las proverbiales altas temperaturas, que se están "luciendo" por estos días.
En ella, desde cualquier esquina el paisaje se tiende a los pies del transeúnte en una mezcla luminosa donde los tejados multicolores terminan abrazados al azul de la bahía y el verde cinturón de las serranías circundantes.
Como un don congénito, el santiaguero sube, baja lomas, las esquiva cuando puede o las atraviesa para atenuarlas, en un enfrentamiento amigable y tenaz que delinea aquí la existencia cotidiana.
De ahí venga quizás esa tenacidad, puesta a prueba una y otra vez ante desastres naturales y las veleidades de los hombres. Ya, en su historia, los daños dejados por terremotos e incendios inscriben una huella de perseverante resistencia.
En la madrugada del 24 de octubre de 2012, las ráfagas violentas del huracán Sandy sometieron de nuevo a sus hombres y mujeres ante la disyuntiva de levantarse desde bien abajo. Ya desde entonces, la celebración de las seis décadas del ataque al Mincada, situaba en el horizonte un propósito de avances y mejoramiento.
Por eso, las jornadas de rehabilitación de los servicios básicos y de regreso a la normalidad posible tras la devastación del meteoro, marcharon parejas a las faenas para llegar a la efeméride con una provincia y una ciudad más prósperas, dignas anfitrionas del acontecimiento.
Así, en estos nueve meses no se renunció a ninguno de los eventos culturales o científicos, nacionales e internacionales, que la tienen como sede. Hubo Simposio de Comunicación Social, con participantes de los cinco continentes, Feria Cubana del Libro que cerró aquí sus últimas jornadas y XXXIII Festival de las Artes del Caribe.
Aunque la construcción de viviendas sigue siendo la tarea mayor porque el perjuicio en ese sector fue el de más fuerte impacto para los santiagueros, otro de los vórtices del empeño mejorador de los últimos meses se situó en el área monumental 26 de julio, con el otrora cuartel como punto focal.
Las primeras manos solidarias tendidas a los santiagueros allende el mar fueron latinoamericanas. Venezuela fue la iniciadora en el envío de ayuda y le siguieron otras naciones del continente.
Justamente en este sitio, rodeado por numerosas edificaciones patrimoniales relacionadas con la efeméride, tendrá lugar este viernes el acto central, que estará presidido por el presidente Raúl Castro y en el cual participarán varios mandatarios de la región, especialmente invitados.
Hoy cumple la ciudad 498 años; mañana, celebrará seis décadas que confirman su nobleza y lealtad en el devenir cubano.
Fuente: http://bit.ly/137tcYO/Telesur/25/07/13
Compilador. William Castillo Pérez
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