martes, 5 de junio de 2018

Artículo de opinión. Las mentiras del capitalismo para negar su explotación. Por Germán Saltron Negretti

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Optica Socialista
Opinión
Estudiando la situación económica de la clase trabajadora bajo el capitalismo, Carlos Marx demostró científicamente que las contradicciones de ese sistema consisten en que con el desarrollo de las fuerzas productivas del mismo, aumenta el grado de explotación de los trabajadores. Una parte cada vez mayor de la riqueza social va concentrándose en manos de un grupo cada vez más reducido de propietarios de los medios de producción, entiéndase dueños de negocios personal o compañía de cualquier tipo. Esta conclusión de Marx es la que tratan de refutar los capitalistas de todo el mundo.
Carlos Marx señalaba que bajo el capitalismo el aumento del salario real, no guarda nunca proporción con el aumento de su productividad en el trabajo realizado. El salario de todos los obreros no sube automáticamente con el aumento de su productividad sino como el resultado de la explotación de los capitalistas contra todos sus trabajadores. Además, de la subida de los precios de los alimentos y sus necesidades diarias, junto con los impuestos que también reducen los ingresos reales de los mismos. El caso de los EE.UU. de 1947 a 1966 el salario real horario de un obrero, aumentó en un 35,9% mientras el rendimiento por obrero crecía en un 106%. Esto significa que la clase capitalista se apropia de una parte cada dia mayor del nuevo valor creado por los trabajadores acentuando su explotación.
El documento redactado en la Conferencia Internacional de los Partidos Comunistas, celebrada en Moscú en 1969, se dice lo siguiente. "Incluso en los países más desarrollados, millones de personas sufren desocupación, privaciones e inseguridad todos los días. El aumento de los salarios queda muy rezagado del ritmo de crecimiento de la producción del trabajo. El ejemplo es EE.UU el más rico de todos los países capitalistas. Datos proporcionados por el economista norteamericano S Kuznets, en su trabajo, con los mayores ingresos en la renta y el ahorro aparecido dice lo siguiente. En 1960 el 45,7% de las rentas estaba concentrado en el 7,3% de las familias. Al 92,7% restante le correspondía únicamente el 54,3 de los ingresos totales.
La guerra a la pobreza era una de las partes del programa de la "Gran sociedad" presentada por el presidente Johnson en 1966, en el que se reflejaba la influencia de las ideas del "capitalismo popular". Pero al cabo de cinco años, hasta el Presidente tuvo que reconocer el fracaso de los esfuerzos hechos por reducir las proporciones de la pobreza. En su mensaje al Congreso acerca del presupuesto federal para 1969, Johnson reconocía que, a pesar del crecimiento considerable de la economía nacional en los últimos años, "22 millones de norteamericanos viven todavía en condiciones de miseria". Esa proporción viene aumentado ratificado en el discurso presentado por Donald Trump en el Congreso de los EE.UU.
El mito del "Estado del bienestar general" por lo común, se fundan en que la comparación con el periodo de la preguerra, donde ha crecido incomparablemente el papel del Estado en la vida de la sociedad burguesa y resaltan la supuesta transformación del capitalismo moderno que ha encontrado según ellos, fuerzas no sólo para resistir la competencia con el socialismo sino inclusive para avanzar por la senda del bienestar y la democracia.
Expuesta en la obra de John Galbraith La sociedad de la abundancia, la cual ha tenido una resonancia muy grande entre los socialistas de derecha de Europa Occidental y en la que están basados el programa del Partido Socialdemócrata Alemán y los documentos programáticos del Partido Laborista Ingles. Todo el libro está impregnado por la idea de que la función del Estado consiste en establecer el equilibro social en la sociedad contemporánea. El Estado burgués defiende según la concepción de Galbraith los intereses de las capas modestas –granjeros, obreros y empleados- y se enfrenta a los monopolios. La idea de que el Estado es una fuerza neutral, situada por encima de las clases, que interviene en favor de todas las capas de la sociedad aparece como relieve en las obras de A. Hanser, pero la realidad no lo demuestra.
En el programa aprobado por el Partido Laborista Inglés en 1953, bajo el título de "Reto a Bretaña" se dice. "Los laboristas han creado el Estado de bienestar general. Los seguros sociales, el servicio nacional de sanidad, la mejora de las atenciones a los niños y la considerable ampliación de las posibilidades de educación son elementos de las realizaciones sociales hechas por los laboristas entre los años 1945 y 1951. Fin de la cita. El que escribe vivió en Londres durante los años 1979 hasta 1980 durante el gobierno conservador de Margaret Thatcher y soy testigo que la situación económica de los trabajadores ingleses empeoró.
Sobre la posibilidad de crear un Estado por encima de las clases manteniendo el modo capitalista de producción ha escrito también el revisionista norteamericano A Bittelman. Este pretendía que la clase obrera, junto con los granjeros y los negros, están marchando hacia un estado antimonopolista y democrático, con la particularidad de que ese movimiento es dirigido por los sindicalistas y no por el partido comunista. Ya hace más de 50 años, Lenin escribía que "el problema del Estado es uno de los más complicado, más difíciles y, quizás el más embrollado por los hombres de ciencia, los escritores y los filósofos burgueses". Las palabras de Lenín no han perdido ni un ápice de actualidad. Desde su aparición, el Estado burgués ha contribuido activamente a consolidar el poder económico y político de la burguesía.
En la época imperialista es utilizado en un grado cada vez mayor por la gran burguesía. En la época imperialista es utilizado en un grado cada vez mayor por la gran burguesía monopolista, por la oligarquía financiera. Concentrando en sus manos un poderío económico gigantesco, con monopolios grandiosos se ha convertido en una fuerza política universal. "La fuerza del "económicamente fuerte" consiste según Lenin- en tiene en sus manos el poder político. Sin él no podría mantener la dominación económica".
En el estadio del capitalismo monopolista de Estado, el papel y la magnitud de la injerencia del Estado en la economía crecen en una proporción inmensa. Anteriormente, jamás había sido tan activo y no sólo en el terreno económico, social y político, sino también en el ideológico. Más de esto no se puede inferir en absoluto que haya cambiado su naturaleza de clase que se haya situado "que se haya situado sobe las clases" y sea capaz de asegurar un alto nivel de vida a todas las capas de la sociedad.
Los economistas burgueses, los reformistas y los revisionistas consideran que el fundamento de la política económica del Estado no clasista es la "economía mixta" fue empleado por primera vez en el libro de A Hansen La economía norteamericana editado en 1957. El autor indicaba que se había producido "el paso de una economía individualista a una economía mixta estatal-privada encarada al bienestar social". A juicio de los teóricos burgueses, debido precisamente a la aparición y desarrollo de la "economía mixta" el avance económico de la sociedad discurre ahora a beneficio de todas las capas, gracias a lo cual todos los países capitalistas modernos se han convertido en "Estados prósperos". Entre la socialdemocracia de derecha quienes muestran un celo particular en la exaltación de la "economía mixta" son los laboristas ingleses. Ellos consideran que con la "economía mixta" son plenamente accesibles las metas socialistas, materializadas por el "Estado de bienestar general".
¿DONDE DE LA MENTIRA DE LOS DEFENSORES DEL CAPITALISMO?
Que presentan el desarrollo de la propiedad estatal de manera tergiversada y la comparan como una propiedad social. En una monografía del profesor de la Universidad Maryland A. Gruchy, publicada en 1966, se afirma por ejemplo, que todos los países capitalistas "tienen una economía mixta, en la cual desempeñan un papel importante tanto las empresas particulares como las públicas". En realidad la propiedad estatal, lo mismo que los demás géneros de propiedad capitalista accionista o corporativa no es pública. Pertenece a la clase dominante de los capitalistas y encarna las relaciones de explotación del trabajo por el capital, la apropiación privada de los resultados del trabajo social.
Las relaciones de producción en el sector estatal de los países capitalista, no se distinguen mucho de las relaciones existentes en las empresas capitalistas. El laborista inglés de izquierda C. Jenkins que ha estudiado las relaciones en las empresas nacionalizadas llego a la conclusión de que las ramas nacionalizadas se han convertido en instrumento de la estructura de clase petrificada de Inglaterra", puesto que ellas existen las mismas relaciones de clase que en las empresas de firmas privadas". El célebre hombre de ciencia John Bernal indicaba en su libro Un mundo sin guerra tras la fachada socialista de las nacionalizaciones se escondía la médula capitalista, la cual no había sufrido modificación alguna. También tiene un carácter clasista bien manifiesto la dirección de las empresas del estado. Aquí en Venezuela tenemos el ejemplo de la nacionalización de PDVSA donde la corrupción continuó después de la nacionalización por parte del Estado venezolano.
En todas las empresas nacionalizadas como en Francia, el consejo de administración casi no fue renovada, igualmente sucedió con las industrias en Inglaterra en la República Federal Alemana. Toda la socialdemocracia de derecha utilizando una fraseología socialista, afirma que en el "Estado de bienestar genera" se realizan parcialmente los ideales socialistas. Los revisionistas no hacen declaraciones tan categóricas, pero en su interpretación del Estado del bienestar general aparece como una nueva fase de desarrollo que sigue a la del capitalismo monopolista. Así pues ,ambas variantes de la concepción del "Estado del bienestar general" tanto la burguesa como la reformista-revisionista, tienen un fundamento apologista. Ambas persiguen una finalidad. "rehabilitar" al capitalismo, envenenar la conciencia de los trabajadores con la ideología burguesa, hacerles renunciar a la acción contra el sistema dominante. La teoría reformista burguesa del "Estado del bienestar general" es anticientífica, porque predomina la propiedad capitalista sobre los medios de producción.
LA POÍTICA FISCAL Y PRESUPUESTARIA. No hay un solo partidario de la concepción del "Estado de bienestar general" que no coloque en primer plano el sistema fiscal y los presupuestos de los Estados burgueses como el factor más importante en la redistribución de las rentas. Todos estos teóricos afirman que la redistribución de las rentas a través del presupuesto del Estado "imparcial" es la principal palanca de acción sobre el nivel de vida. Elevándose contra la socialización de los principales medios de producción John Galbraith escribe. "Pienso que la política fiscal y la creación de recursos para satisfacer las necesidades sociales son algo más viable que las nacionalizaciones".
La doctrina marxista-leninista enseña que no puede haber cambios radicales en la distribución de los bienes materiales sin transformar las relaciones de propiedad. La clase capitalista dueña de los medios de producción, no renunciará nunca a las rentas que le dan sus propiedades, no consentirá la nivelación de los ingresos. La realidad capitalista prueba de manera tangible que ni la política fiscal ni la presupuestaria de los países imperialistas van encaminadas a redistribuir las rentas de los ricos entre los pobres. Más esto es camuflado hábilmente por la legislación vigente.
Formalmente, en la política fiscal de los Estados capitalistas todo parece bien y justo, todas las categorías de la población son obligadas por la ley a pagar un impuesto sobre sus ingresos. Además, la ley ha establecido el impuesto progresivo, es decir que cuando mayores son los ingresos más altos son los impuestos a pagar. Pero el quid de la cuestión está en que los capitalistas encuentran diversidad de medios para evitar impuestos elevados, y la legislación burguesa lejos de castigarlos por ello, se lo facilita.
El capitalismo mas temprano saldrá inevitablemente desaparecerá y será reemplazado por el socialismo. El imperio estadounidense no lo acepta y amenaza con destruir el planeta atraves de una guerra nuclear hay que evitarla de alguna manera. Solo el socialismo puede dar solución pacífica a los problemas cardinales del desarrollo social y evitar que el planeta sea destruido.
Esto es una breve síntesis del libro editado por Editorial Progreso, titulado "Tras la fachada de las teorías burguesas". El volumen comprende los siguientes trabajos. El capitalismo popular, de M Panova. El fisco de la teoría sobre el "Estado de bienestar general de F Lernet. El mito de la clase media única" de Y. Chaplyguin, Tras la pantalla de la teoría de la convergencia de N. Beloúosov. Recomiendo su lectura porque revela la inconsistencia de las teorías burguesas que propagan la tesis de que el capitalismo se ha vuelto popular y que sirve a los fines del bienestar general y la clase trabajadora se está convirtiendo en clase media.
Por Germán Saltron Negretti

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