Londres, 3 ago (PL) Deshizo el mito asiático, anduvo con firmeza por el camino más espinoso e hizo crecer el hechizo del oro para Cuba, pero Idalis Ortíz necesitará todavía horas para asimilar su hazaña: campeona olímpica de judo a los 23 años.
Mi primer pensamiento para ese pueblo cubano que tanto nos quiere, a mi familia, la gente que nos apoyó todo el tiempo, a los amigos de Francia que han sido como padres para nosotras, en quienes siempre creyeron, declaró Ortíz a Prensa Latina.
Natural de la occidental provincia cubana de Pinar del Río y con un palmarés interesante de bronce en Beijing-2008 y mundial en 2009 y 2010, la fornida judoca tuvo que derribar barreras que parecían infranqueables.
En cada combate me fui convenciendo del nivel de mi preparación y mis posibilidades. El peor enemigo era la presión interna, esa que te dice, si puedes, vas a lograrlo pero al mismo tiempo no da margen a los descuidos, argumentó la flamante titular de Londres.
A pocos metros de Idalys, el profesor Ronaldo Veitía, para subrayar que la entrega y sacrificio, "hacen de estas mujeres Marianas del deporte", en referencia a Mariana Grajales, insigne patriota y madre de los Maceo, destacados luchadores independentistas.
"Nuestras gorditas cubanas, en el mejor sentido de la expresión, han sido capaces de ofrecer la más rica historia al judo. Dos de plata de Estela Rodríguez y Daima Beltrán, quienes animaron a Idalys a superar su actuaciones", declaró Veitía.
El laureado entrenador, eufórico como nunca, recordó que en estos momentos el judo femenino cubano acaba de completar una colección de 24 preseas en Juegos Olímpicos, una cifra sólo superada por Japón.
Ortíz desbancó a la rusa Elena Ivashchenko por yuko y accedió a semifinales. Antes la campeona panamericana de Guadalajara-2011 el pasado año en la categoría de más de 78 kilos, se impuso a la caboverdiana Adysangela Moniz por ippon.
La escena quedaba lista para el choque con la china Wen Tong, titular olímpica y mundial, una mole de 130 kilos frente a los 95 de la caribeña. Era como mover una pesada y enorme roca. Lo hizo en el tiempo reglamentario por yuko con te-guruma.
"No tenía preferencias, sabemos que las asiáticas son siempre muy difíciles. Mi problema era uno solo: seguir convencida de que no abandonaría mi meta y, gracias a Dios, se pudo cumplir el sueño de todos los deportistas", apuntó Ortíz.
La japonesa Mika Sugimoto destrozó las esperanzas de la venezolana Giovanna Blanco y de la brasileña María Suelen Altheman, por ippon y en 48 segundos. No tuvo piedad tampoco de la británica Karina Bryant, por wazari.
Nunca tuve temor, el público me regaló sus simpatías y no podía defraudar a nadie. Era mi momento, y lo fue, agregó la pinareña tras doblegar a Sugimoto en Regla de Oro por hantei (decisión de los jueces) unánime.
Fuente: PrensaLatina/mh/ft03/08/2012
Compilador. William Castillo Pérez
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