Por William Castillo Pérez
Terminan las olimpiadas de
Londres. Por segunda vez en la historia,
Venezuela, sin conquistar una lluvia de medallas, se sitúa en un nivel muy
importante desde el inicio de su participación en los Juegos Olímpicos. Ello ha
sido posible por el desempeño de nuestros atletas, quienes lograron un
ubicación importante en el concierto deportivo mundial, la cantidad de diplomas
para un país como el nuestro, vale oro. Ese
desempeño ha justificado el esfuerzo conjunto de gobierno, atletas, familiares
y pueblo venezolano que ama al deporte.
Para los atletas y el gobierno nacional, vaya nuestro reconocimiento lleno de
orgullo. estamos seguros, que en la próxima cita olímpica consolidaremos muchos
logros y así sucesivamente, mientras sigamos transitando el camino del
socialismo, el humanismo que predica y, ejerce la revolución bolivariana con su
líder fundamental Hugo Chávez Frías a la cabeza de la marcha.
Pero aterricemos, volvamos a la realidad, que
no estaba de fiesta, sino que estaba muy activa mientras la población mundial
estaba pendiente de las olimpiadas y, narradores y comentaristas se destrozaban
la mente para demostrar su erudición y sapiencia acerca de estadísticas deportivas
y faranduleras. Esto porque, al final,
la farándula se mezcla muy bien con el deporte y los deportistas y mejor aun,
con los promotores deportivos y la industria de útiles deportivos y el
espectáculo el cine, la tv y la radio. Bueno, mientras esto sucedía en las
olimpiadas el gobierno ingles andaba azuzando la opinión internacional y la
ONU, para que aprobaran la agresión militar contra Siria, así como también
promoviendo sanciones contra Irán para desestabilizarla, y mientras estas
diligencias avanzaban, estaba muy atento -el gobierno ingles- en participar
en la dotación militar de los agresores de Siria.
Hemos visto en la inauguración y la
clausura un imponente espectáculo, que describe la “grandeza” del pueblo ingles,
los logros en materia industrial, comercial, económica, artística y etc., solo
les falto abrir las puertas de sus museos, para mostrar todas “sus riquezas”
arqueológicas mundiales “compradas a la fuerza” a otros pueblos agredidos y
conquistados y bañadas con la sangre de esos pueblos esquilmados por decir lo
más suave. Me imagino al resto de la población sobre todo un importante número
de venezolanos babeándose ante la magnificencia del pueblo ingles y sus tan cacareadas
virtudes, mostradas tan artísticamente en
los actos de inicio y cierre de la olimpiada.
Cuando en la clausura, mostraron
un video con John Lenon cantando su celebre canción IMAGINE, buena canción,
buena letra, buena música y excelente interpretación, pero, que no sirve ni
siquiera como excusa para justificar la cantidad de personas asesinadas en toda partes del planeta, durante mucho
tiempo, donde ellos fueron a depredar a robar y a piratear, para acumular sus
impresionantes “posesiones” auténticamente arrebatadas. Hubo otro cantante que
interpretó una canción que hablaba de Libertad ¿Será posible conseguir en
cualquier idioma, una palabra que pueda
identificar, traducir o representar semejante descaro de un gobierno representante de la casta
hegemónica mundial, que so pretexto de organizar unos juegos deportivos tenga
el tupe, de no incluir en el programa de las olimpiadas un acto de desagravio
por todas las ofensas que le ha causado a la humanidad solo por el placer de hacerse rico y poderoso?
Ahí están las islas Malvinas de Argentina, más de 2000 kilómetros de distancia; subyugadas oprimidas y ocupadas por el vetusto imperio
ingles, ahí están esos pueblos de la ridícula mancomunidad británica, ahí están
las 9 colonias que aún mantiene el imperio ingles en el planeta. Ahí está la agresión cómplice con
el imperio gringo, contra Afganistán, Siria, Irak. El apoyo al genocidio
israelí contra el pueblo palestino, El asesinato de Gadafi. La historia está
llena de masacres perpetradas por los ingleses en todo el planeta en su
satrapía por los cuatro puntos cardinales.
Definitivamente, los pueblos o
gobiernos que en otras oportunidades han sido agresores, conquistadores,
genocidas y depredadores, no se les
debería permitir organizar este tipo de juegos o eventos, que tengan la
concurrencia de otros países del planeta, sí ellos, no presentan un mea culpa,
desagravio y compensación de daños causados.
Es, que el daño causado por los
respectivos gobiernos de países
agresores hegemónicos y depredadores, es constante, su daño no ha cesado nunca,
antes fue a la fuerza, después mediante la superioridad ejercida contra pueblos
colonizados, y ahora lo hacen mediante la manipulación de las conciencias de
los ciudadanos de los pueblos secularmente ofendidos, haciéndonos creer que
definitivamente nunca podremos alcanzar su limitada “estatura” y en consecuencia todo lo que
hacemos tiene que contar con su aprobación. Claro, nosotros en Venezuela no aceptamos
esa imposición, porque estamos resueltos a ejercer nuestra soberanía
plenamente.
Nosotros, en estos lados donde
precariamente y milagrosamente todavía subsistimos los descendientes de las
victimas originales de los hegemónicos,
debemos ser los primeros en no hacer comparsa con los imperiales y
consuetudinarios agresores delincuenciales. Se hace necesario para poder
revertir la situación, que de una buena vez internalicemos, que estamos
empeñados en una lucha por cambiar total y radicalmente el sistema capitalista
burocrático y neoliberal a otro sistema, donde el buen vivir del humano y la
protección del planeta sea la meta principal.
Como lo dejo establecido el Libertador
en el congreso de angostura: tenemos que lograr una forma de gobierno que le da
la pueblo la mayor suma de felicidad.
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOBERANA
Y SOCILAISTA!
¡NO SOMOS CHANTAJEABLES!
¡SOMOS ABYA YALAS!
¡AQUÍ NADIE SE RINDE!
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
William Castillo Pérez
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