Ótica Socialista
Literatura
Coloquio Bajo el Limonero
negrito, negrito,¡ venga pa’ca mijo,
deje ese pollo quieto, que lo va a matá
uté no ve, que su papá se va a enojá,
cuando llegue de trabajá.
negro mire pa’aca,
¿polque ve pal
otro lao?
no
sea polfiao
deje esa rabia ya.
venga mi negro, mi adoració;
cómase
un bollo,
deje ese pollo,
dígame que le pasó.
Mamá, e que no quiero,
il
ma’ pa’ la ecuela,
la
maestra Graciela,
yo
no la entiendo.
polque yo estoy confundío
e’
que eso e’ un enrredo bendito,
ana sagrario no me dice: negrito;
su
maestra se lo ha prohibío.
Ella tampoco
lo entiende;
que sí me dice negrito,
aunque suena bonito,
aseguran que me ofende.
Que en vez de negrito,
me
llame afrodescendiente,
pero eso no es procedente
dice el maestro calisto.
que yo soy venezolano;
que todos somos iguales,
no, copiemos mañas tales,
son
rémoras del viejo amo.
Yo, tampoco estoy de acueldo
en
el pueblo, somos puros corazones
unos negros, unos blancos, unos marrones
yo
soy venezolano; así no pieldo.
Mamá quiero que me diga –negrito precioso-
así, a mi me gusta más,
como tu le dice a papá,
¡hola mi negro hermoso.!!
Se,
que tatarabuelo,
vino de África lejana
y
en tierra venezolana,
sembró de amor este suelo.
Ay,
mi negro átese quieto ya,
uté e’ venezolano,
igual que to’, sus hermanos,
eso nadie lo va a cambiá.
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