Artículo de opinión:

LA PARTICIPACION DEL PUEBLO REVOLUCIONARIO


Ante una pregunta de un periodista el ministro Luis Rodríguez Araque, respondió. “Estoy convencido, que fenómenos como la inflación y la delincuencia, no se combaten eficientemente, sin la participación del pueblo organizado”.

Yo suscribo esa declaración en su totalidad, pero, ¿Qué se ha hecho al respecto? No es solo, en ese aspecto, que el pueblo organizado puede y debe participar.

Existen otras acciones que gravitan negativamente sobre el desarrollo del pueblo venezolano y en ellas la participación del pueblo se reduce al papel de victima. Preguntamos entonces, sí en el alto gobierno reconocen conocen y reconocen, que la participación del pueblo organizado es sumamente necesaria para resolver los problemas y los problemas persisten. Podemos concluir que: sí, tenemos pueblo, lo que nos falta es organización. Notamos que hay planes, procedimientos, consejos, normas, empoderamiento del pueblo a través de consejos comunales, y entes gubernamentales interrelacionados y conexos como: Inti, Inces, Misiones.

Pero falta entrenamiento, ideologización, información, hay que enseñar al venezolano a tener una actitud segura y resuelta ante el bombardeo de los medios de comunicación capitalistas y oligárquicos. El venezolano, es inteligente y responde a buenos ejemplos y reconoce el bien y el mal; sabe discernir, lo ha demostrado en estos 10 años.
Pero el pueblo, quiere apreciar el estimulo del triunfo logrado, y el pueblo no ve por ningún lado, los signos que le indiquen: que va ganando.

Ahí continúa campeando la impunidad, ahí sigue la televisión envenenando a los hijos del pueblo, desde la tierna infancia, ahí sigue el consumismo, ahí sigue, Globo visión, Fox, Descoger, y otros.
En cada aspecto de la vida que mejoramos levemente, trae como consecuencia, una supe mejora del explotador tradicional.

El pueblo noble, se sobrepone a todos esos desengaños, pero sigue soportando toda la carga y recibe menos, la desigualdad existe. “Es como una pobre que se esta ahogando en el fondo del mar, y recibe la oportunidad de poder subir hasta la superficie, pero, tiene sobre sus hombros, al explotador imperialista-oligarqui-yanqui. En esa circunstancia, no importa el impulso que reciba, siempre al ascender, llegará primero el explotador.

La gracia del socialismo justiciero, es que al pueblo se le libere del capitalismo y sus socios y procedimientos perversos.
Las necesidades del pueblo no deben ser objeto de negocios o de lucro. Por ejemplo los artículos objeto de consumo alimenticio en general, no deben estar sujetos sin excepción, a procedimientos especulativos, en otras palabras no deben venderse al pueblo como si fueran objeto de lujo o boato, cualquier discriminación en estos conceptos, deberían constituir un delito punible. La educación tiene que ser de libre acceso a todo el pueblo sin discriminación alguna asistencia medica así como la adquisición de todo medicamento debe ser de obligatoria accesibilidad del pueblo sin ninguna especulación.

Es lógico que eso tiene un costo, pero el pago de ese costo, lo realiza la actividad en sí misma.
El pueblo debe saber que una buena forma de vivir, y también que él –el pueblo-, de la puede dar, y que puede luchar por ella, estoy seguro que la conquistar, sí lo estimulamos para la lucha, pero hay que informarle al pueblo.

Pero mientras, no informamos, no enteramos, no mostramos la diferencia, capitalismo versus socialismo. El capitalismo que esta aún aquí, informando, apabullando, tergiversando, con su publicidad y demostrando lo bueno que es consumir esto, o aquello, e intentado convencernos de con sus mentiras: no viviremos mejor, y solo estaremos internalizando; porque no tenemos, no llegaremos, no tenemos tiempo, no podemos, no servimos.

Por ello tendremos que trabajar mas duro, ó meternos a narcotraficantes, o simplemente intentar conseguir el “bienestar” con las mismas armas de los explotadores tradicionales, sin morir en el intento, lo que a la larga será lomas probable.

PARIA SOCIALISMO O MUERTE ¡ESTAMOS VENCIENDO!!
William Castillo P.