martes, 6 de mayo de 2014

Artículo de opinión. Distribución social de la renta petrolera ha aumentado poder de compra de los venezolanos. por Alessandra Perdomo

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Óptica Socialista
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Caracas, 06 May. AVN.- El Gobierno ha mantenido una política de distribución de la renta petrolera que ha reconocido la deuda social heredada de administraciones anteriores, y que se ha reflejado en programas sociales, conocidas como misiones, en inversión social creciente y aumentos constantes del salario mínimo. Esta política ha generado un incremento de la liquidez monetaria en el país y, con ello, la capacidad de compra de los venezolanos.
Así lo explicó el economista Pablo Giménez, coordinador del Programa de Formación de Grado en Economía Política de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y recordó que en todo momento de estos 15 años de Revolución Bolivariana, el ingreso mensual mínimo ha estado por encima del costo de la Canasta Alimentaria Normativa (CAN) que mide el Instituto Nacional de Estadística (INE).
"El venezolano ha tenido años de prosperidad económica. Cifras del INE indican que los estratos de menores ingresos hoy comen al menos tres veces al día. Eso no ocurría en los 90. Eso habla del alto nivel de consumo, que no solo abarca alimentos sino muchos otros productos que antes no podían adquirir", indicó.
Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) reflejan que el consumo final de los hogares ha estado en ascenso durante la Revolución. Mientras en 1999 se ubicó en 33.483 millones de bolívares, en 2012 se situó en 957.719 millones de bolívares, una variación de 29,4% frente a los 739.887 millones de bolívares de 2011.
Durante estos 15 años de Revolución, en cada año ha habido aumento del consumo. La menor variación ocurrió en 2002, con 18,4%, y la más alta, en 2004, de 42,6% con respecto a 2003.
Hay más consumo porque hay mayor liquidez monetaria. Al 18 de abril pasado, la liquidez monetaria se ubicó en 1,3 billones de bolívares, una variación de 1,25% con respecto a la semana anterior. En enero de 1999, la liquidez era de 10.428 millones de bolívares.
El Ejecutivo ha señalado que al menos 65% de los ingresos del país, provenientes casi en su totalidad de la exportación de crudo, se dedica al área social: educación, salud, alimentación, vivienda, en un conjunto de planes dirigidos a garantizar los derechos básicos de los venezolanos. Todo ello ha hecho posible que personas que antes estaban excluidas puedan acceder a nuevos bienes y servicios.
En enero pasado, el presidente de la República, Nicolás Maduro, indicó que en la Revolución, los ingresos por la venta del petróleo han sumado 972.565 millones de bolívares, de los cuales 623.508 millones de bolívares han sido encausados a la inversión social.
Aunado a esto, el aumento del salario mínimo por decreto presidencial ha sido una constante en estos 15 años, con un total de 26 ajustes. El más reciente, para este 1º de mayo, ubicó el salario mínimo en 4.251,78 bolívares.
Sumando el beneficio de alimentación, también fijado por ley, el ingreso mínimo de un trabajador en Venezuela asciende a 5.602 bolívares, por debajo de la canasta alimentaria normativa, que en febrero pasado se ubicó en 3.730,48 bolívares. De acuerdo con estudios del organismo, dos personas por hogar reciben salarios, lo que ubica el ingreso en la familia en 11.200 bolívares.
Mayor poder de compra en la región
Este comportamiento de la economía venezolana también ha sido registrado por diversas organismos multilaterales, como el Banco Mundial,que en un informe publicado esta semana coloca a Venezuela como uno de los dos países con mayor poder de compra en América Latina, junto con Uruguay, con base al resultado del Programa de Comparación Internacional que adelanta esta institución.
Este proyecto mide el producto interno bruto (PIB) de cada país en función de un indicador que se conoce como Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), que busca facilitar la comparación sobre lo que se puede comprar en cada país, y establece que el tipo de cambio entre las monedas de dos naciones es igual a la relación entre los niveles de precio de ambos, en función de una cesta de bienes y servicios que se utiliza como referencia, explicó Giménez.
"El BM calculó el poder adquisitivo en función de los niveles de precio de esa canasta de bienes y servicios referencia, con respecto al dólar", señaló. 
Esto reflejó que el ingreso real por habitante en Venezuela, en función del PIB medido en PAA, es de 16.965 dólares, cuando el promedio de América Latina es de 12.433 dólares y en el mundo, 13.460 dólares.
Del mismo modo, el estudio recoge el Índice de Nivel de Precios (INP), que representa el coeficiente de una PPA en relación con un tipo de cambio determinado. Un índice superior a 100 significa que los precios son, en promedio, más altos que a nivel mundial, y si es inferior a 100, los precios son relativamente más bajos. Venezuela registró un índice de 84, por debajo del promedio mundial sobre datos de 2011.
Por ganancias extraordinarias
De igual manera, el economista Pablo Giménez explica que el aumento de la liquidez en el país impulsa a empresarios y comerciantes a captar la mayor cantidad de dinero de la población por intermedio del incremento de precios, en particular en el último año, con lo cual se impulsa la inflación.
También resaltó que durante el período de gobierno bolivariano el promedio de inflación estuvo en 20% anual, por debajo del 40% que registraron gobiernos anteriores como media, y ni cerca del récord de 103% de 1996. 
El economista señaló que en el último año, como demuestran en las fiscalizaciones que ha practicado el gobierno, comerciantes han incrementado precios para obtener ganancias de hasta 1.700%, pese a que no sufrieron cambios en sus estructuras de costos que justifiquen dicha acción.
"No es un tema de falta de confianza. En la mayoría de los casos, esos aumentos responden a una acción deliberada del empresariado nacional por crear ganancias extraordinarias y derrocar al Gobierno", puntualizó. Añadió que en un escenario con gran cantidad de compradores, los agentes económicos buscan cómo captar la mayor cantidad del salario de los trabajadores.
Giménez señala que, al contrario, en países como Grecia hay deflación (baja generalizada y sostenida de precios), porque la gente no tiene poder adquisitivo y bajan los precios.
Por la producción
Para este especialista la solución estructural del tema inflacionario pasa por un impulso a la productividad, en lo cual está enfocada la segunda ofensiva económica anunciada recientemente por Maduro. Para Giménez, esta estrategia va en la dirección correcta, por cuanto puede aprovechar los recursos provenientes del petróleo para adelantar grandes inversiones productivas e impulsar la industrialización. 
También resaltó la importancia de buscar el equilibrio macroeconómico, sobre todo en el sector cambiario, entendiendo que hay un alto componente importado en lo que consumen los venezolanos.
Además, valoró las acciones fiscalizadoras sobre las cadenas productivas y las ramas comercializadoras, para contener esos incrementos de precios especulativos.
 
Alessandra Perdomo AVN 06/05/2014 12:43
 
 
 

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